Debate del estado de la ciudad, primero, en Radio Valencia

Valencia

Los portavoces de los cinco grupos políticos municipales han pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Locos por Valencia, horas antes del debate sobre el estado de la ciudad que el hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia acogerá el miércoles. Todos ellos han aprovechado para hacer balance de la gestión del consistorio y de los retos de futuro que se presentan de cara al final de la legislatura.

Pere Fuset, de Compromís, ha puesto en valor tres medidas que ejemplifican, a su juicio, el cambio que ha vivido la ciudad en los últimos tiempos: la implantación de los presupuestos participativos, la salida del Plan de Ajuste 2012-2022 y el rescate a las familias, evitando cortes en el suministro de luz y agua.

Postura contraria a la del portavoz popular, Eusebio Monzó, que asegura que la ciudad ha perdido en limpieza y seguridad, que el gobierno local no ha invertido ni un solo euro en el 30 por ciento de los barrios de la ciudad y ha puesto el ejemplo de La Marina, un proyecto, a su parecer, totalmente desprestigiado. Achaca al tripatito un aumento de los impuestos y del gasto que no ha redundado en beneficios para los ciudadanos, además de tener a seis personas imputadas por infracciones administrativas.

Le ha respondido la socialista, Sandra Gómez, que no sabía de dónde salía esa cifra, pero que lo cierto es que todos, los nueve compañeros de grupo de Monzó, excepto él, están a la espera de sentarse en el banquillo y hay una ausencia total de proyecto de ciudad. Tanto es así, que tienen, "un candidato ausente" porque Isabel Bonig "no encuentra a nadie que quiera hundirse con ella".

Dice Gómez que el PSPV ha hecho un ejercicio de responsabilidad para tener un ejecutivo progresista en una legislatura "de transición", centrada en lo urgente, en combatir el desempleo, que nos ha llevaod a ser, dice, la gran ciudad en la que más ha bajado el paro, y en la búsqueda de un modelo turístico sostenible.

Fernando Giner, de Ciudadanos, coincide con Monzó en que la ciudad está más sucia y, añade, atascada, pero eso, el gobienro no lo sabe, dice, "porque van en conche oficial". Giner asegura que cuesta un 20 por ciento más cruzar la ciudad y que la situación de la Avenida del Cid y de la Calle Colón es insostenible mientras sube el precio de los alquileres porque no se dan licencias para construir viviendas nuevas. Añade Giner que "el paro se sitúa por encima de la media nacional, al contrario que hace tres años y el tripartito sigue avergonzando a la ciudadanía, subvencionando a entidades pancatalanistas y apoyando inciativas como el muro a favor de los presos de Alsasua".

María Oliver, portavoz de València en Comú ha recordado a Giner el peligro que tiene alimentar el discurso del odio. Asegura que después de tres años ni nos hemos hundido ni el caos se ha adueñado de las calles de la ciudad, que ha apostado sin complejos por sus singularidades. Y explicaba que no solo la policía da seguridad, sino también la lucha por la precariedad para establecer posibilidades de futuro a través de las ayudas al alquiler , la reducción de precio de las escuelas municipales o los cheques para material escolar.

Replicas

En el turno de replicas, Sandra Gómez también le ha reprochado a Fernando Giner que sea un mero altavoz de lo que decide su partido en Barcelona con un discurso incendiario. Eusebio Monzó no quiere oír hablar a los socialistas de empleo, después de la ruina, ha dicho, que supuso su gestión al frente del Estado y ha incidido en los desencuentros que el gobierno municipal ha protagonizado en las últimas semanas y ha puesto el ejemplo del borrador de la ordenanza de movilidad, que no ha sido consensuado con los grupos de la oposición y vuelve a implantar medidas que se habían derogado, como el aparcamiento nocturno en el carril bus.

Algo que no ha gustado a Pere Fuset, que contestaba que la derecha tiende a la mentira y explicaba que si se apuesta por la movilidad, por ejemplo con la construcción de nuevos carriles bici, es porque la gente lo demanda. Además, añadía que se han reducido las quejas vecinales en este mandato.

Aunque Fernando Giner no está muy de acuerdo con esa afirmación. Pedía a los portavoces del gobierno que se lo pregunten a la gente que coge la EMT con retraso, a los taxistas que sufren los atascos o a los comerciantes que tienen que soportar la venta de productos ilegales a las puertas de su negocio. Dice Giner que no ha visto ni una vivienda social, a lo que María Oliver respondía que como no ha gobernado, no sabe que una inversión puede tardar algunos años en hacerse realidad y que si leyera mejor los presupuestos sabría que la construcción de viviendas en el Cabanyal está en marcha.

Con vistas al futuro

Para lo que queda de mandato, muchos retos pendientes. El principal, para la portavoz de Valencia en Comú, no permitir que los jóvenes se vayan fuera porque no encuentren su espacio para vivir en la ciudad.

En la búsqueda de la conciliación, Fernando Giner cree que Valencia tiene un reto demográfico, en el que ser padre o madre y trabajar sea compatible, para lo que la educación gratuita de 0 a 3 años se hace indispensable. Para ello, Sandra Gómez, le animaba a apoyar los presupuestos generales del Estado en el Congreso. La socialista apuesta por construir una ciudad para todos donde cualquiera pueda vivir sin depender de su nivel de ingresos, que tenga más oportunidad de trabajar derribando los discursos de odio de la derecha. El popular Eusebio Monzó quiere que se actúe contra el botellón, se haga una política de mejora de la calidad de vida de nuestros mayores y Valencia recupere la proyección internacional que, a su juicio, ha perdido.

Pere Fuset le ha contestado que el PP puso a la ciudad en el mapa de la corrupción y el nuevo gobierno ha conseguido ponerlo con acciones como la acogida del Aquarius. El portavoz de Compromís apuesta por pacificar el tráfico, conseguir una ciudad más verde para los peatones, actualizar la EMT que Montoro quería cerrar y solucionar el problema de los pisos turísticos.