Gilda, una vendedora de la ONCE que se ganó a Guadalajara

Guadalajara

La historia reciente de la ciudad de Guadalajara incluye una Gilda más famosa que la protagonista de la película protagonizada por Rita Hayworth. Se trata de Hermenegilda Portillo, una popular vendedora de cupones de la ONCE cuya historia nos recuerda esta semana Eduardo Díaz en el espacio 'Historietas de Guadalajara' de Hoy por Hoy.

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"Gilda nació en Huertapelayo y muy pronto se quedó ciega", recuerda Díaz. "Su familia la envió a Guadalajara y, después de estudiar los hábitos, se incorporó a la ONCE como vendedora de cupones, que por entonces eran de ámbito regional".

Su lugar de trabajo fue la calle, especialmente la calle Mayor. "Su vida era en la calle, arriba y abajo. Le propusieron un quiosco, pero ella decía que no se quería meter en esos monstruos. Y como no veía desarrolló otros sentidos hasta el punto de que conocía a la gente por el olor, sin necesidad de que hablaran."

Allí, en pleno centro de la ciudad y al grito de "Voy...", Gilda se convirtió en una gran vendedora, la número uno del momento en Guadalajara. "No paraba nunca. Solía comer en el Bar Club, El Figón, la Criolla o las Palmeras y en cuanto entraba alguien dejaba de comer y ya le estaba ofreciendo los cupones".

Tan conocida y popular era Gilda en la ciudad que en 1991 la alcaldesa, Blanca Calvo, le dedicó una calle en la zona de la Chopera. "Fue una sorpresa para ella, no se lo podía imaginar cuando hicieron el acto de descubrir la placa. Curiosamente, esa calle que une Federico López con José de Juan no tiene ni viviendas ni numeración".

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Y antes que el famoso anuncio de la Lotería de Navidad rodado en el Bar de Antonio, Gilda ya protagonizó un episodio similar. "Goyo Sigüenza, el pipero, era un cliente habitual suyo, pero cuando se murió su mujer, Angelita, se le olvidó comprarlo. Unos días después, Gilda le dio el pésame y le dijo que le había guardado el cupón y que le había tocado el gordo, unos 14 millones de pesetas. Fue algo muy emotivo, la verdad".

Actualmente Gilda, ya muy mayor, vive en Cabanillas. "De vez en cuando se la ve por el Bar Club pidiendo sus pelotitas y siempre será muy querida y recordada en la zona centro".