El año del diluvio
Los políticos luchan por acotar la permanencia del desastre, pero no lo conseguirán

"La línea roja" de Matías Vallés (19/10/18)
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PALMA
Eduardo Mendoza tituló una de sus obras ‘El año del diluvio’.
Por tratarse de todo un premio Cervantes, podemos apropiarnos de la expresión de Mendoza sin pedirle permiso.
El año del diluvio no se refiere al año en que se produjo la catástrofe de Sant Llorenç y aledaños.
El año del diluvio significa que, de aquí a doce meses, la tragedia seguirá vigente.
Los políticos luchan por acotar la permanencia del desastre, pero no lo conseguirán.
Las autoridades pretenden reducir las inundaciones a una calamidad puntual, cifrada únicamente en la semana pasada y que se agota con los funerales presididos por los Reyes.
No es tan sencillo, el fin del espectáculo no implica la clausura de los daños personales y económicos.
Una vez transcurrido el año del diluvio en octubre de 2019, Mallorca seguirá anegada por las repercusiones del desastre.
En ese aniversario, el dolor todavía a flor de piel se sumará a la rabia por las promesas incumplidas.
Y en efecto, entre las inundaciones y la culminación del año del diluvio se sitúan las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Todos miran de reojo hacia esas urnas inundadas de votos.




