Ser mujer, un inconveniente para la salud

Zaragoza

Ser mujer tiene también efectos nocivos para la salud. Se conocen menos las enfermedades que padecen y se investiga menos en modelos femeninos y por tanto, la atención médica que reciben es peor. Es una de las conclusiones que se ha puesto de manifiesto en la I Jornada Española de Mujeres y Medicina que se ha celebrado en Zaragoza.

Miguel Lorente, profesor titular de medicina legal de la Universidad de Granada y médico forense asegura que no responde igual un hombre que una mujer ante una patología y muy a menudo solo se conoce cómo actuar con el paciente masculino.

Lorente ha puesto como ejemplo la diferencia de síntomas entre hombres y mujeres ante un posible infarto porque en el primer caso "el dolor se irradia hacia el brazo izquierdo pero se desconoce con frecuencia que en las mujeres se puede irradiar hacia el abdomen o la espalda", lo que puede confundir el diagnóstico.

También falta investigación en farmacología porque son las mujeres las que más efectos secundarios sufren. María Villarroya, presidenta de la Asociación de Mujeres investigadoras y Tecnólogas destacaba como hay un alto porcentaje de medicamentos que se retiran porque tienen efectos secundarios en la mujer y denunciaba que "como no se ha estudiado con mujeres podemos tener consecuencias que ellos no tienen".

Medicina y Mujer

El 80 % de los estudiantes de Medicina de la Universidad de Zaragoza es mujer, pero solo el 23 % llega a ser catedrática o a puestos de relieve.

El campus aragonés es el que mayor porcentaje de mujeres tiene, pero eso no se refleja ni en los puestos directivos ni en los contratos de investigación.

El salario es un 20 % inferior que el de los hombres y ante un mismo currículo, la empresa opta por el hombre.

No es la única denuncia de estas jornadas, el acoso que sufre la mujer, cifrado en el 57 % crece en los ámbitos en las que ellas intentan abrirse camino y llega en la investigación hasta el 63 %.