La falta de acierto condena a un buen Iberconsa Amfiv ante un gran Mideba

Vigo

El Iberconsa Amfiv plantó cara a uno de los equipos llamados a pelear esta campaña por todos los títulos en juego y, de hecho, al comienzo del último cuarto llegó a colocarse a sólo cuatro puntos de distancia (48-52, min.31). Pero el Mideba, un martillo pilón más pesado que un bocadillo de bica, lejos de ponerse nervioso reaccionó con un parcial de 2-10 para decantar definitivamente el encuentro de su lado. La falta de acierto en el lanzamiento exterior del conjunto vigués, que firmó un escaso 26 de 61 en tiros de campo con un 42% de acierto y un pobre 1 de 10 en triples, había sido un lastre demasiado grande para hacer frente al tremendo potencial del conjunto extremeño. Eso sí, la tradicional tozudez de un Iberconsa Amfiv que nunca se rinde y pelea hasta el último suspiro obligó a los visitantes a tener que esforzarse hasta el pitido final para poder celebrar la victoria.

El estreno en casa del conjunto de César Iglesias no se pudo saldar con un triunfo pero sí confirmó que el equipo y su afición siguen siendo una piña y que esa comunión está grabada a fuego. Porque el Pabellón Pablo Beiro intentó insuflar ánimo en todo momento a los suyos para buscar una gesta que, finalmente, no se pudo completar pero que mereció igualmente una sonora ovación por el esfuerzo realizado.

Un ambiente que vivieron ya en primera persona los japoneses Naohiro Murakami y Mari Amimoto, las dos últimas incorporaciones del Iberconsa Amfiv que, aunque por motivos burocráticos no pudieron disputar este encuentro, vibraron con el encuentro como dos aficionados más.

El inicio del encuentro ya apuntaba a que no iba a ser un buen día en ataque para los locales, que ya no habían estado finos en el lanzamiento siete días antes en la pista del Rincón Dental Amivel a pesar de haberse llevado la victoria (47-57). Pero como el Mideba tampoco se mostraba acertado en sus primeros intentos, el Iberconsa Amfiv empezaba mandando (7-2, min.5). Hasta que despertó Gregg Warburton y con ocho puntos consecutivos lideró un parcial de 0-11 que invertía las tornas (7-13, min.7). César Iglesias buscó la reacción sacando a pista a su quinteto de puntos intermedios y, con Vilas, Hardouin y Alessandrini acompañando a Envó y Alejos, los vigueses volvían al partido (16-17, min.10).

Los fallos seguían superando con creces a los aciertos tanto por uno como por otro bando y fruto de ello el encuentro se mantenía equilibrado (20-23, min.14). Pero al Iberconsa Amfiv empezaba a costarle más sumar que a un Mideba en el que Bates llevaba la voz cantante en tareas ofensivas pero todos aportaban sus granitos de arena. Así, del 24-29 del minuto 16 se pasaba al 24-37 a menos de un minuto para el descanso. Una renta que se mantenía al intermedio (26-39, min.20).

El conjunto de César Iglesias volvió a la pista mucho más centrado en el comienzo del tercer cuarto y entre Alejos, Zavalla y Envó firmaban un parcial de 8-0 en un abrir y cerrar de ojos que amenazaba con abrir un partido nuevo (33-39, min.21). Sin embargo, dos balones perdidos de forma consecutiva y una nueva racha de desaciertos en los lanzamientos devolvían la interesante renta al Mideba Extremadura (35-47, min.24). Pero el Iberconsa Amfiv no estaba, ni mucho menos, dispuesto a rendirse. Entre Vilas y Hardouin devolvían el parcial (43-47, min.29) aunque cinco puntos consecutivos de Phil Pratt complicaban más las cosas de cara a los diez minutos iniciales (43-52, min.30).

Los vigueses lo intentaron una vez más. Alejos anotó dos canastas consecutivas que pusieron en pie al Pabo Beiro. Además, sufría una falta antideportiva para terminar de apretar el marcador aunque sólo aprovechó uno de los dos tiros libres y en la posterior acción Alessandrini tampoco acertó con su lanzamiento (48-52, min.31). El Mideba respiraba y entre Bates, Sandoval y Abdi Jama le daban más aire (48-57, min.33). El Iberconsa se resistía a entregar el partido pero cada nuevo fallo en el tiro era castigado por un conjunto visitante que no perdonaba y que aprovechó el nerviosismo y la desesperación de los locales para ir poco a poco incrementando la renta hasta el 58-72 final.