Qué hacer con el edificio de la Estación de Pequeña Velocidad
La Firma de Maribel Campos
"Qué hacer con el edificio de la Estación de Pequeña Velocidad", la Firma de Maribel Campos
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Palencia
El ferrocarril ha marcado intensamente la historia y la definición de la ciudad de Palencia desde que el primer tren llegara a nuestra ciudad en 1860. Desde ese momento, Palencia comenzó a abrirse hacia el este, hacia unos terrenos que antes habían carecido prácticamente de valor y que poco a poco fueron transformándose en los barrios de San Juanillo, el Ave María, el Cristo, Pan y Guindas e incluso la Nueva Balastera.
Y el ferrocarril llegó precisamente a un punto de la ciudad al que de nuevo hoy se vuelven todos los ojos, la llamada Estación de Pequeña Velocidad. Estación que, con el paso de los años, no solo perdió protagonismo, sino también las vías, y sus instalaciones quedaron reducidas a unos viejos almacenes que hoy se conservan en el centro de la ciudad como una ruina, a la que nadie se acercaría si no fuera por el aparcamiento de precio reducido que ahora lo rodea.
La decisión del Ayuntamiento de iniciar una serie de estudios para conocer qué usos pueden darse a estos antiguos almacenes, devuelve a este lugar a uno de los principales focos de interés de la actualidad palentina.
El propietario es Adif y ahora, el Ayuntamiento pretende que la empresa pública de ferrocarriles le ceda el inmueble, como ya ha hecho previamente con los terrenos que lo rodean.
Se trata de un proyecto interesante para un destartalado inmueble, que puede generar un gran dinamismo en el centro de la ciudad, siempre que se encuentre un uso adecuado y por supuesto inversores que quieran impulsarlo. Comercio, hostelería, centro de congresos, sala de conciertos. Muchos usos tienen cabida. Habrá que encontrar la tecla adecuada.
Pero lo que el Ayuntamiento no puede olvidar, es que antes de actuar, es necesario tener muy claro cuáles son las condiciones en las que se encuentra el inmueble, si merece la pena rehabilitar o pedir permiso para tirar el edificio y construir unas instalaciones adaptadas a las necesidades actuales. Hay que aprender de las experiencias pasadas y lo que ha ocurrido con La Tejera o la antigua cárcel no puede repetirse de nuevo.
