Ganar empieza a ser una obligación
En todos los cálculos iniciales tras celebrarse el sorteo de la fase de grupos, los seis puntos del Valencia contra el equipo suizo se daban por seguros, pero con la trayectoria que lleva el conjunto de Marcelino, que sólo ha ganado un partido de los once disputados, las previsiones ya empiezan a ponerse en duda. No obstante, ni el césped artificial donde se va a disputar el encuentro debería ser excusa si esa ansiada victoria sigue sin llegar. Guedes y Mina siguen siendo baja por lesión, Cheryshev lo es por primera vez por el mismo motivo, y Garay porque su entrenador ha decidido darle descanso ante el riesgo que de que siga el camino de los anteriores.
Valencia
Una máxima de vida: el punto de partida para resolver un problema es reconocerlo y partir de ahí ya empezar a pensar en las posibles soluciones. Pero claro, si tienes un problema y no te das cuenta de que lo tienes, es imposible que consigas arreglarlo. Y eso es lo que me parece que ahora mismo se da en el Valencia. Si Parejo, después de un mediocre partido del equipo contra el Leganés, dice hasta en dos ocasiones “hemos hecho un gran partido”, mal vamos. Y si Marcelino, después de que el equipo haya ganado sólo un partido de los once que ha jugado esta temporada, dice, tanto después de empate contra el Barça como en la previa del choque ante el Young Boys, que el equipo es mejor que el de la temporada pasada a estas alturas, vamos peor aún.
Lo que creo que sí que tenemos todos claro y estaremos de acuerdo al 100% es que al Young Boys hay que ganarle sí o sí. Porque los otros dos equipos del grupo, tanto el Manchester United como la Juventus le han goleado, y porque si no, las opciones de clasificación para los octavos de final se reducirán a la mínima expresión. Ahora mismo el grupo lo encabeza la Juve con seis puntos, el United tiene cuatro, el Valencia uno y los suizos ninguno. O el Valencia gana los dos enfrentamientos consecutivos contra ´la cenicienta´ del grupo, reconocido incluso por su entrenador, Gerardo Seoane, en una deliciosa entrevista en Ser Deportivos, o la cosa se complicará en exceso.
Un dato tremendamente negativo de esta previa. Siempre hay alguno así. El Valencia acumula cinco partidos consecutivos sin marcar en Champions. No ha marcado en ninguno de los dos jugados esta temporada: 0-2 contra la Juventus y 0-0 contra el Manchester United; y no había marcado en ninguno de los últimos tres de la última participación, la de la temporada 2015-2016: perdió 1-0 en el campo de Gante, perdió 2-0 en el del Zenit de San Petersburgo y perdió 0-2 en Mestalla ante el Olympique de Lyon. Así que el balance de esos cinco últimos partidos del Valencia en Champions es de 0 goles a favor y 7 en contra. Como esta estadística no se rompa ante el modesto Young Boys, apaga y vámonos.
Lo que más ha cambiado sin duda respecto a la temporada pasada es el acierto de cara a portería. Ya casi no festejamos. Sólo lo hemos hecho siete veces en los once partidos disputados. El año pasado, con once partidos disputados, el Valencia había metido 29 goles ¡¡¡29 goles!!! Son 22 goles menos ahora en el mismo número de partidos. Es cierto que ahora estamos contando nueve partidos de Liga y dos de Champions, y en la cuenta del año pasado contabilizamos diez de Liga y uno de Copa, pero el dato no deja de ser escandaloso.
Y además, si nos centramos en los delanteros, la comparación es insultante. De momento llevan tres, y ninguno ha repetido. Marcó Rodrigo en el primer partido contra el Atlético de Madrid, marcó Batshuayi contra el Celta y marcó Gameiro contra la Real Sociedad. Y para de contar. Santi Mina no se ha estrenado. El año pasado, tras once partidos, los delanteros, que eran solo tres hasta que llegó Vietto en enero, se repartían así los goles: Zaza llevaba nueve, Rodrigo llevaba siete y Santi Mina llevaba tres. O sea, tres goles de los delanteros esta temporada, por diecinueve la pasada. Pues eso, comparación insultante.
En la convocatoria Marcelino dejó en casa a los tres jugadores tocados y al que más riesgo tiene de lesionarse si sigue jugando sin descansar. Los tres tocados son Guedes, Mina y Cheryshev, ninguno descartado para el partido del próximo sábado contra el Athletic en San Mamés, y el que vive siempre en el alambre de la aparición de molestias físicas es Ezequiel Garay. Dos cambios son seguros por tanto respecto al Leganés, porque Garay y Cheryshev fueron titulares, y Marcelino confirmó que habrá alguno más.
Enfrente un rival que no tiene ningún jugador de renombre internacional, aunque tanto para los scoutings como para su propio entrenador destacan un par por encima del resto: el lateral derecho Kevin Mbabu y el mediocentro Djibril Sow, ambos jóvenes suizos que acaban de debutar en la selección helvética. El Young Boys en Champions es la cenicienta, pero en su país es el ogro, puesto que no sólo es el vigente campeón de liga, sino que en la temporada actual se está paseando por su campeonato sacándole ya diez puntos de ventaja al segundo clasificado.
Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"