Manuel Rivas reivindica el valor de la "desobediencia" en 'Vivir sen permiso'
Manuel Rivas en la presentación de la obra / Europa Press
A Coruña
La idea de libertad frente a ser "preso del poder" y el valor de la "desobediencia" son algunos de los temas en los que el escritor Manuel Rivas profundiza a través de su último trabajo 'Vivir sen permiso e outras historias de Oeste' (Xerais), un conjunto de tres "novelas breves" que orbitan el mundo del narcotráfico y sus implicaciones.
En este trabajo, cuyo relato central inspiró una serie de televisión, Rivas explora "los límites entre la ficción y la no ficción" y los orígenes del relato clásico y la "morfología tradicional del cuento" traída a un escenario contemporáneo.
Detrás de las historias particulares que afectan a sus personajes, se ve la posibilidad o imposibilidad de ser "libres", partiendo de una reivindicación del concepto de "desobediencia". "El ser humano, en su origen, es fruto de la desobediencia, del pecado original por el que fuimos expulsados del paraíso tras desobedecer al gran capo", ha explicado el escritor en la presentación de su último libro.
En este sentido, Rivas considera que es la obediencia --como, por ejemplo, la obediencia a fundamentalismos-- es un elemento "terrible" que "pone en peligro la libertad en el mundo", y ha apostado, frente a ello, por reivindicar la "desobediencia".
Un lugar límite llamado oeste
Manuel Rivas este trabajo en Oeste, una metáfora de "un lugar límite" en el que, considera, se encuentra poco a poco cada vez más la humanidad.
En este ámbito se desarrollan lo que considera, más que "relatos", "novelas cortas", que exploran distintos episodios del narcotráfico, desde el descubrimiento de la droga como "objeto mágico" hasta la parte más cruda y negativa de la lucha por el poder y la codicia.
Para Rivas, el poder en una sociedad neocapitalista está protagonizado por la ecuación "velocidad más codicia más violencia", una evolución que demuestra que "los objetos mágicos también pueden convertirse en objetos diabólicos".
Así, el narcotráfico en un estado inicial lleva a la "codicia del poder" y, consecuentemente, a la violencia. "Se da la paradoja de que la droga es poder, y el poder es la droga", ha dicho el autor, para quien el poder y la codicia crecen a través de la violencia "tratando de ser ilimitados".
En la época "postnarco" actual, ha considerado Manuel Rivas, esta arquitectura del poder y de la ambición impregna el sistema económico y el político. "Los Estados van tomando cada vez más las formas de las mafias", ha sentenciado.
