Un invierno más sostenible

Aranda de Duero

El calor producido por un recurso energético como la biomasa está a punto de ser una posibilidad real para miles de hogares y edificios de Aranda. La empresa Rebi comenzará este mismo invierno a prestar este servicio que tras meses de obras permitirá abastecer de calefacción y agua caliente con calor sostenible a unas 3.000 viviendas y edificios públicos de Aranda. La firma soriana, dedicada a la creación, explotación, gestión y comercialización de redes de calor con biomasa, presentaba su proyecto en el Centro Cultural Caja de Burgos, con la presencia del Consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones y la alcaldesa de Aranda, Raquel González, que han respaldado el proyecto por las positivas implicaciones medioambientales, las mejoras en seguridad y los beneficios sociales que supone esta fuente de energía. Las obras de construcción de la central y de canalización del calor por la ciudad se encuentran completadas a un 80%, pero la red de comercialización ya está preparada y ha comenzado a dar sus primeros pasos. Será la empresa Construcciones Tasio la que se encargue de esta labor de comercialización en Aranda.

La pretensión del proyecto es extender la red de calefacción centralizada a desde la avenida Luis Mateos hacia el río Duero y en otro ramal hacia el Polígono Residencial y el Barrio La Estación.

Según los datos proporcionados por la empresa promotora la inversión del proyecto asciende a 8 millones de euros. La central construida en el polígono industrial tendrá capacidad para generar 45,5 millones de kilovatios de energía térmica a través de la transformación de 13.500 toneladas de biomasa local al año. Si se alcanza esta cifra los edificios conectados dejarán de emitir 14.700 toneladas de CO2 a la atmósfera (lo que equivale a retirar de la circulación 6.000 vehículos). En cuanto al empleo la previsión es crear 40 puestos de trabajo entre directos e indirectos.

La empresa Rebi, promotora del proyecto, pertenece al grupo soriano del sector de la madera AMATEX BIE. Los promotores de este proyecto aseguran que quienes se incorporen a esta red de calor podrían notar hasta un 30% de ahorro en su factura. Puntualizan que no son necesarias inversiones en sustitución y mantenimiento de caldera y se comprometen a elaborar una propuesta adecuada a cada Comunidad de Propietarios según el consumo actual, desarrollar reuniones informativas con los vecinos interesados e incluso visitas guiadas a las instalaciones en funcionamiento.

La Red de Distribución de Calefacción y Agua Caliente Sanitaria tendrá su origen en una Planta Térmica situada en la calle Santander del polígono industrial. De la central parten varios ramales independientes. Por las tuberías discurre energía térmica en forma de agua caliente a una temperatura de 90 grados centígrados que llega a la salas de calderas de los edificios y, a través de un equipo denominado subestación de intercambio ubicado en cada sala, cede su energía al agua del circuito de cada edificio, manteniendo en todo momento la independencia entre los circuitos de la red y de cada edificio mediante un intercambiador de placas.

De esta forma, la caldera central de gas o gasóleo queda apagada pero funcional. Paralela a la tubería de ida, trascurre la de retorno, que vuelve con agua fría a la central térmica, ambas totalmente aisladas para minimizar la pérdida de calor en los kilómetros de Red. Incluye un sistema de detección de fugas y averías de última generación, todo el circuito está monitorizado y conectado al sistema de telegestión.

Entre las ventajas que destacan los promotores de esta red de calor destacan beneficios medioambientales: la biomasa es un combustible natural compuesto por residuos orgánicos de los aserraderos, de las podas de los montes, de las limpiezas forestales y de los cultivos energéticos. En el caso de la planta de Aranda el combustible procederá de la limpieza de los bosques de la provincia, lo que de forma indirecta general riqueza y disminuye el riesgo de incendios.

En cuanto al impacto en las economías domésticas, los promotores de este sistema indican que este material permite una mayor estabilidad de precios que otros combustibles al no estar relacionados con la evolución del petróleo. Destacan su seguridad y su positiva repercusión social, porque evita riesgos de fugas y escapes, molestias o ruidos en las descargas de combustibles, y olores procedentes de los cuartos de calderas. Como el cien por cien del coste de la biomasa se genera y consume en el territorio nacional su producción evita el déficit comercial internacional que genera la adquisición de otros combustibles. Según los datos que manejan los productores un megavatio de energía producida mediante biomasa produce 10 puestos de trabajo indirectos.