Tierras solares, el viaje de Rubén Darío por Andalucía
Córdoba
“Tierras solares” es una de las producciones andaluzas presentadas en la Seminci, junto a “Jaulas”, la ópera prima de Nicolás Pacheco, y a la cinta inaugural “Tu hijo”, dirigida por el sevillano Miguel Ángel Vivas, con banda sonora del compositor cordobés Fernando Vacas.
La directora Laura Hojman ilustra en “Tierras solares” el recorrido por algunos espacios cálidos de Andalucía, mitificados por el poeta nicaragüense Rubén Darío, en lo que constituye un viaje físico y espiritual. Una ruta en busca de la luz alegre y sana del sol español, que pudiera despojarle de su tristeza parisiense.
La película toma el título de la obra homónima de Darío que recoge las crónicas escritas para el diario argentino La Nación acerca del recorrido por España -sobre todo por Andalucía: Málaga, Granada, Sevilla y Córdoba-, Gibraltar y Tánger, (que posteriormente a demanda del editor se completaría con el viaje a Bélgica, Alemania, Austria-Hungría e Italia).
El documental auna material filmado para la ocasión, recreación de escenas de época, así como imágenes antiguas que testimonian el pasado de estas ciudades andaluzas, y que han sido introducidas gracias a la colaboración de la Filmoteca de Andalucía en su función de conservadora de nuestro patrimonio fílmico. Y todo ello acompañado por la voz del actor Pedro Casablanc, que recita también los “Cantos de vida y Esperanza”, como testimonio del dolor y la duda del poeta durante aquel tiempo.
La escritura cinematográfica de la realizadora hace dialogar la imagen cinematográfica con la pictórica. Encontramos composiciones que remiten a Julio Romero de Torres, así como paisajes como salidos del pincel de Santiago Rusiñol que fue referente y gran influencia para el poeta. Pero sin duda también hay ciertas escenas junto al mar que constituyen “cuadros vivientes” de Sorolla.
A través de estas imágenes de playa de aliento sorollesco, la directora Laura Hojman hace conversar a dos autores con diferentes actitudes en sus posicionamientos frente al arte, dos caras de la moneda de la modernidad. La poética de Darío emplea el paisaje marino como lugar para la reflexión metafísica de corte existencial. Sin embargo, la representación pictórica de ese mismo espacio en Sorolla se aparta de cualquier problemática, es un mero paisaje luminoso con fines socioeconómicos sustentado por el público burgués. Y es interesante advertir cómo la oscuridad del cuestionamiento del ser humano que caracteriza a Darío contrasta con la luminosidad de Sorolla.
El documental pasea por las mismas localizaciones que recorre el poeta en sus crónicas. Entre los escenarios cordobeses se encuentra por supuesto la Mezquita, ante la que el poeta proclamó sumar su voz “a las mil que han lamentado la vandálica religiosidad de los católicos que creyeron preciso demoler obras del arte y afear el recinto de Alah para adorar mejor a Jesucristo”. Registra cómo queda deslumbrado ante Córdoba, declarando que en ningún otro lugar de Andalucía había "encontrado ese ambiente de antigüedad de esta capital esclarecida y en una época foco, puede decirse, de la sabiduría universal". Amor recíproco el de esta ciudad que en un rincón de los Jardines de la Agricultura dedica una columna al escritor nicaragüense con inscripción que dice "Rubén Darío, príncipe del verso castellano".
En definitiva, hay que agradecer a la película “Tierras solares” que nos acerque un poco más al conocimiento de Rubén Darío, autor fundamental para el desarrollo de la posterior modernidad literaria contemporánea en lengua española a la vez que su propuesta de diálogo entre las artes y de búsqueda de la belleza.