La Guardia Civil ordenó la búsqueda de Patrick 5 días después de descubrir cadáveres
La tercera jornada ha comenzado con el visionado, a puerta cerrada, de las bolsas con los restos de las víctimas
Agente de Pioz: "Al ver las bolsas y debido al fuerte hedor pensamos que era basura pero al abrirlas vimos un torso con ropa vaquera"
Guadalajara
El jurado popular que juzga a Patrick Nogueira en la Audiencia Provincial de Guadalajara ha visionado en el tercer día de la vista y a puerta cerrada las imágenes de las bolsas que contenían los restos de los cuatro cadáveres, los de los dos mayores descuartizados.
Seis bolsas en total y dentro de cada una hasta tres más, todo ello cerrado herméticamente con cinta americana, según ha explicado la pareja de agentes, durante su declaración como testigos ante el acusado, que se ha mostrado impasible ante lo que escuchaba.
Los agentes han explicado que aunque las bolsas estaban cerradas se veía la parte de algún miembro, al parecer a consecuencia del tiempo que había pasado, un mes desde que Nogueira cometiera los supuestos crímenes.
Más testigos
Agentes de la Guardia Civil testigos en el juicio han señalado que cinco días después de que se descubriesen los cuerpos en el chalé de Pioz sabían que el autor de los hechos era Patrick y emitieron una orden internacional de búsqueda.
"Si hubiese permanecido dos días más en España lo habríamos detenido", ha señalado uno de los agentes. Según ha relatado varios agentes que participaron en la instrucción, varias evidencias les hicieron sospechar durante los primeros días que Patrick era el autor de los hechos.
En concreto, se han referido a que constataron que el acusado acudía de forma habitual al gimnasio, mientras que los días que sucedieron los hechos se ausentó.
Asimismo, les extrañó la rápida salida de España del sobrino de la familia fallecida, por lo que se pusieron tras la pista de Patrick.
Así, el rastreo de su abono transporte señaló que el acusado viajó de Alcalá de Henares a Pioz el 17 de agosto y que regresó el 18 de agosto de Pioz a Alcalá.
Del mismo modo, y tras dar con el teléfono del acusado, se rastreó el mismo y se determinó por el repetidor de telefonía, que había estado en Pioz esos mismos días.
