Dubi como gran argumento

Valencia

A pesar de que Ponsarnau ya formaba parte del club en anteriores temporadas, los jugadores de Valencia Basket y su entrenador siguen conociéndose. No es la situación ideal cuando está acabándose el primer mes de competición, pero negarlo sería absurdo. El equipo juega a fogonazos, fundamentalmente cuando coinciden sobre la pista Van Rossom y, sobre todo, Dubljevic.

El montenegrino, apagada la efervescencia de Thomas en las primeras jornadas, es el argumento más fiable sobre el que puede trabajar el conjunto taronja hasta que aparezca la deseada química de grupo. Dubi firmó una hoja de servicios impecable al descanso, con 13 puntos, 5 rebotes y 19 de valoración, para llevar a Valencia Basket a una renta de siete (39-32) en el intermedio. En el resto de la rotación, algunas luces (Matt Thomas, Labeyrie, Alberto Abalde) y casos muy señalados para la preocupación, esencialmente Guillem Vives que, con molestias musculares, no debió comenzar el partido.

No ha sido la única razón para explicar las derrotas contra Unicaja, Real Madrid, Barcelona o Zenit, pero uno de los grandes problemas del conjunto que dirige Jaume Ponsarnau es su incapacidad para mantener el nivel defensivo durante un cuarto completo. En la segunda mitad, cuando lo hizo, fulminó a Fuenlabrada. La secuencia coincidió con los fogonazos de los que hablábamos más arriba. Tres triples muy seguidos de Sam Van Rossom que acabaron con la resistencia madrileña (72-51 a falta de cinco minutos).

La recuperación de Diot, Rafa y Sastre y la entrada en rotación de jugadores básicos como San Emeterio hará que la imagen de Valencia mejore. Cuanto antes lo consiga Ponsarnau, mejor. Para él y para la estabilidad en La Fonteta. Capacidad tiene, el partido de esta tarde lo demuestra. A currar.