El Principado solicita la intervención del ejército ante las dificultades para restablecer el servicio eléctrico

Oviedo

Las condiciones meteorológicas se suavizan y el temporal de inesperada virulencia durante el fin de semana ha comenzado a darnos un respiro, pero la situación se ha ido agravando en las zonas de montaña más afectadas por la nieve a medida que pasan las horas y siguen sin suministro eléctrico y serias dificultades para la telefonía móvil. Tal es así que el gobierno del Principado ha decidido este lunes pedir el auxilio del ejército y ha solicitado el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias con base en León. El paso previo ha sido elevar a situación 2 el Plan de Nevadas que está activo desde el pasado viernes. La decisión la ha tomado el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, tras reunirse con los responsables de compañías eléctricas (EDP y Viesgo) y telefónicas que han confirmado que apenas se ha avanzado en la recuperación del suministro, de modo que 12.500 clientes seguían este lunes sin luz en Quirós, Teverga, Caso y Aller. Son las zonas prioritarias de actuación junto al Suroccidente.

El alcalde de Aller, David Moreno, reconocíaeste lunes el esfuerzo que están haciendo los operarios de Viesgo para restablecer la luz en la zona alta del concejo o valles como los del Río Negro y Casomera, pero al mismo tiempo no evitaba el tono de reproche por la falta de previsión de la compañía para evitar situaciones como ésta. También cuestionaba hoy el proceder de estas compañías el portavoz del PSOE en la Junta General, Marcelino Marcos, que censura la escasa diligencia de las empresas para restablecer el servicio.

Sí ha mejora levemente la situación en las carreteras. La Autopista del Huerna ha levantado todas las restricciones y en el puerto de Pajares la única maniobra prohibida es la adelantamiento para los camiones. Situación distinta en la red secundaria con 11 puertos todavía cerrados al mediodía. Sigue interrumpido el tráfico ferroviario con León. 48 horas después el ADIF no ha logrado retirar los muchos árboles que impiden el paso de los trenes por la Cordillera Cantábrica y los trenes no circulan más allá de Pola de Lena.