¿Tiene el asesino de Pioz un cerebro enfermo que altera su conducta?
La defensa presenta un informe que defiende que es un "enfermo con problemas para controlar sus impulsos". La Fiscalía dice que está basado en declaraciones que pueden ser inventadas
SER GUADALAJARA
Guadalajara
¿Tiene el asesino de Pioz un cerebro enfermo que altera su conducta? Es la pregunta que ha protagonizado la quinta sesión del juicio por el crimen de Pioz, un proceso que se va a largar finalmente hasta el miércoles, dos días más de lo previsto.
Durante la mañana se ha escuchado a dos psicólogos y un médico nuclear propuestos por la defensa. Han defendido un informe que incluye un Pet-Tac realizado al asesino y en el que sostienen que "Patrick Nogueira tiene un cerebro anómalo que le provoca una alteración de la conducta y que cuenta pocos recursos para controlar su capacidad de inhibición", es decir, que tiene problemas para controlar su ira y sus impulsos violentos.
Aseguran que ese cerebro anómalo ha tenido consecuencias directas en los asesinatos. "La conducta está en el cerebro y está presente en todo", ha dicho José Miguel Gaona, uno de los autores del informe
Tanto la fiscal como las acusaciones particulares han tratado de desacreditar ese informe. Han recalcado que el Pet-Tac se hizo sin la presencia de un neurólogo, por lo que no puede considerarse una prueba neurológica y, por otro, han recordado que gran parte de las conclusiones se basan en declaraciones del acusado y de sus padres, unas declaraciones que pueden ser falsas.
Nogueira, en la reconstrucción de los hechos / EUROPA PRESS
Nogueira, en la reconstrucción de los hechos / EUROPA PRESS
Cuando procedía a limpiar la escena del crimen y se deshacía de los cuerpos de los dos adultos y sus hijos a los que había asesinado, Nogueira estuvo wasapeando con un amigo llamado Marvin, residente en Brasil, al que aseguró que no sentía nada.
El secretario judicial ha leído, a petición del fiscal, la conversación por WhatSapp que mantuvo Patrick Nogueira con su amigo brasileño el 17 de agosto de 2016, después de asesinar a su tía Janaina y a sus primos de 1 y 4 años en el chalé de Pioz (Guadalajara) mientras esperaba la llegada de su tío Marcos, al que asesinaría posteriormente.
En la conversación, el procesado explicó a su amigo "la ansiedad y adrenalina" que sintió el día de antes de los asesinatos mientras pensaba en su ejecución y la planificaba.
En el wasapeo con Marvín se refirió también a las penas a las que le podían condenar si lo descubrieran y aseguró que no le "importaría nada" que lo arrestaran en España "porque tendría una celda para mí, con televisión hasta los 80 años".
Esta tarde ha continuado la sesión con la entrega de la prueba documental y este miércoles se escucharán las conclusiones finales de las partes. Tras ese trámite, el jurado popular podrá retirarse a deliberar.
