Nadie quiere al Santísima Trinidad
Autoridad Portuaria no ha recibido ninguna oferta para participar en la subasta por 152.000 euros de la réplica de este galeón del siglo XVIII y el 7 de noviembre se acude a la adjudicación directa
Alicante
No ha despertado interés la subasta de la réplica del buque Santísima Trinidad. Las oficinas de la Autoridad Portuaria en Alicante no han recibido oferta alguna. El plazo finalizó el pasado martes 30 de octubre. No obstante, fuentes portuarias indican, que podría haberse registrado alguna oferta en alguna otra administración pública.
El precio de salida para la subasta es de 152.000 euros y si nadie concurre a la adjudicación directa, "se procederá a la destrucción del bien", según la resolución de Autoridad Portuaria.
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Pero visto lo visto, y en previsión de que no varíe la situación, a partir del próximo 7 de noviembre, fecha en la que estaba fijada la subasta, se abre un nuevo trámite para la adjudicación directa y que las empresas presenten "otras ofertas" a la inicial. Si las hay, el Puerto las estudiará. Y si finalmente se decide no adjudicar, será el Puerto de Alicante quien tenga que asumir el desguace de este artefacto flotante declarado en abandono.
No se han pedido aún presupuestos, pero el Puerto tiene claro que iniciará entonces un procedimiento contra el dueño, Rafael Ibáñez, de 'Navíos Santísima Trinidad S.L'.
La réplica de este galeón del siglo XVIII ha estado durante años amarrado en el muelle 4 del Puerto de Alicante, frente al Casino, y ha servido como reclamo de ocio y turístico hasta que en octubre de 2016 finalizara la última concesión de tres años otorgada por Autoridad Portuaria. Desde julio de 2017 está atracado en el muelle 7, detrás del Centro Comercial Panoramis.