'Literatura'
El análisis que sobre la actual situación de la literatura realiza Emy Luna
Firma Emy Luna, "Literatura"
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Algeciras
Si hay algo que verdaderamente caracteriza a nuestra forma de vida actual, es la fugacidad de todo. Las prisas, la obsesión por obtener resultados inmediatos transforman la vida en una carrera continua. La costumbre de hacer las cosas con tiempo, pasó. Vivimos al día, sin planificación previa, esperando que la ausencia de empeño y esfuerzo no guarde relación con los resultados que obtenemos. Cada vez se busca menos la calidad y más el éxito inmediato en lo que hacemos. Este comportamiento contamina a toda la sociedad y a los jóvenes sobre todo. Y lo peor es que, o nos plegamos a esta corriente, o la misma vida la nos arrincona sin remedio. Por desgracia, este mal también ha atacado a la Literatura.
El lector que empieza, sigue las directrices del negocio editorial que a su vez obedece los deseos de una juventud sin educación literaria. Es la pescadilla que se muerde la cola. Los editores publican todas aquellas obras que tengan aseguradas las ventas rápidas, independientemente de si tienen categoría literaria o no. La figura del crítico ha muerto, porque ya no es necesario. Todo obedece al marketing más despiadado.
Por ahora, la literatura comercial convive con una literatura minoritaria que es más exigente y más interesada en la calidad que en el simple entretenimiento. Pero todo hace creer que la balanza se inclinará en poco tiempo hacia la Literatura de usar y tirar. Esa que hace ricos a editores de nuevo cuño, empresarios del papel escrito y que obliga al escritor, en muchos casos, a someterse a los índices de venta a la hora de elaborar tramas. Que la literatura está perdiendo peso como vehículo para pensar de manera crítica sobre la realidad, era lo esperable en una sociedad donde la reflexión perdió la batalla hace mucho tiempo. Ya no eres lo que escribes sino lo que vendes. Frente a esto, la existencia de editoriales pequeñas que aun apuestan por la Literatura de verdad, es un bálsamo para los escritores y un asomo de esperanza para los que pretendemos escribir cada vez mejor en vez de vender cada vez más.