¡Todos a la cárcel!

Murcia

¡Todos a la cárcel!

LA BANCA SIEMPRE GANA. La polémica sentencia del Supremo, dando la razón a los bancos en el asunto de las hipotecas, ha sido, sin lugar a dudas, la noticia más relevante de los últimos días.

La noticia, en realidad, no es que la banca gane, cosa que siempre ha sucedido, sino las peregrinas razones que el Supremo ha esgrimido para justificar su sentencia.

Ha sido un golpe bajo a la credibilidad del Poder Judicial en este país en donde siempre se ha dicho, en tono coloquial, entre bromas y veras, que la justicia no es igual para todos.

Pedro Sánchez, con habilidad y enorme pericia, ha sabido pescar en río revuelto dictando de inmediato un decreto ley por el que se garantiza que serán los bancos, y no los clientes, quienes correrán con los gastos.

Muchos son los que han celebrado la buena nueva, pero los más prudentes, los analistas más cautos y desconfiados, esperan la reacción de una banca que se las sabe todas, siempre reacia a aflojar el bolsillo.

TODOS A LA CÁRCEL. El proyecto final de la Cárcel Vieja de Murcia parece que respetará el diseño original del inmueble. Y me parece bien. Sería paradójico que un lugar tan emblemático de nuestra historia reciente, donde dieron con sus huesos centenares de republicanos después de la infame Guerra Civil, se convirtiera, pongo por caso, en un lugar de ocio, en un bingo o en una bolera.

La Cárcel Vieja representa la vergüenza de un país que sigue sin reconciliarse del todo. Es preciso mostrar nuestras miserias para no volver a caer en los mismos errores. Y explicarles a las nuevas generaciones, como sucede en el campo de exterminio de Auswitch en Polonia, que el ser humano, cuando se lo propone, es capaz de cometer las mayores atrocidades. Homo homini lupus: “El hombre es lobo para el hombre”, escribía Thomas Hobbes en su “Leviatán”, allá por el siglo XVII.

EL HONOR Y LA HONRA. La Audiencia Provincial de Murcia ha decidido archivar los cargos que pesaban contra el actual presidente del Casino de nuestra capital, Juan Antonio Megías, por la rehabilitación de ese bonito e histórico edificio.

Megías fue, conviene recordarlo, uno de los mejores consejeros de Cultura de la Comunidad. Fue breve en su cargo –dicen que la envidia cercenó una carrera que se vislumbraba muy brillante–, pero intensa su labor.

Me pregunto, tras haber sido declarado inocente, después de luchar en los tribunales durante tantos años, quién le devolverá el prestigio y el honor perdido, esa honra que parece haberse convertido en un simple anacronismo, en una palabra propia tan sólo de una comedia de Calderón o de Lope. ¿Recuerdan?

“Al Rey, la hacienda y la vida/ se ha de dar; pero el honor/ es patrimonio del alma/ y el alma sólo es de Dios”.

Pepe Belmonte