Fertiberia sellará los canales mareales para evitar filtraciones al Tinto

Huelva

Fertiberia ha incorporado a su proyecto el sellado de los canales mareales que hay debajo de las balsas de fosfoyesos para evitar el contacto con el estuario del Tinto. Además se prevé la construcción de escolleras de protección a lo largo de todo el perímetro de las balsas como medida de seguridad ante la llegada de posibles tsunamis.

La clausura y posterior vigilancia de las balsas de fosfoyesos costará 70 millones de euros. La empresa ha incluido igualmente en su proyecto un sismógrafo para vigilar la sismicidad del terreno. E insiste en la evaporación de las aguas superficiales como técnica para el secado de los residuos, antes de proceder al encapsulado.

Numerosos informes han señalado las salidas de borde y las filtraciones de lixiviados que se producen desde las balsas hasta la ría del Tinto. Fertiberia ha respondido a ello durante el proceso de evaluación ambiental incorporando a sus planes el sellado de los canales mareales que había previamente en la marisma, que hoy están tapados por los residuos, o subproductos para la empresa. Justo en ellos, cuyo fondo está compuesto principalmente de arena, era donde podría producirse el contacto con la ría debido a las mareas.

La empresa rechaza algún tipo de riesgo en la estabilidad estructural de los depósitos y sostiene que es imposible que puedan llegar a romperse tal y como han denunciado diversos colectivos. Es más, según los estudios aportados, la estabilidad será cada vez mayor.

El proyecto ha recibido 1.345 alegaciones. La empresa asegura que ha respondido a todas. Fertiberia está a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica emita la Declaración de Impacto Ambiental favorable. Tras ello tendrán que pronunciarse la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Huelva, que desde primeros de año ya tienen en su poder la solicitud de Fertiberia para proceder a la modificación de la Autorización Ambiental Integrada y el informe de compatibilidad urbanística, respectivamente.

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El gerente de la AIQBE, Rafael Romero, ha lamentado que el proyecto no se haya podido comenzar a ejecutar todavía debido la tensión política y social a la que está sometido. Romero está convencido de que los fosfoyesos tienen un valor que puede suponer "una gran oportunidad para Huelva".

Fertiberia ha asegurado que atiende en todo momento a las indicaciones del Consejo de Seguridad Nuclear para vigilar la radiación de las balsas. En todo caso, según Juan Ramón Miró, la radiactividad es mínima -Sólo un milisievert al año- dos puntos por debajo de la media registrada en el conjunto del país. Una radiación que no supone riesgo alguno para la población onubense.

Fertiberia ha insistido en que su proyecto de encapsulado de los fosfoyesos es la única propuesta viable. El traslado ha sido rechazado por la propia Audiencia Nacional según la empresa. Serán necesarios 10 años de trabajo para ejecutar el proyecto de clausura y otros 30 después como periodo de vigilancia para comprobar su funcionamiento. Todo ello le costará a Fertiberia 70 millones de euros.