Chillida Leku reabrirá antes del verano de 2019
Es la última fecha que baraja la familia del escultor donostiarra. El museo ultima ahora su puesta a punto
Wiesbaden
Aunque en un primer momento se anunció la reapertura de Chillida Leku para el segundo semestre de 2018, finalmente, será antes del verano de 2019. Así lo anunció ayer Ignacio Chillida, en la ciudad alemana de Wiesbaden, donde hoy se inaugura la retrospectiva Eduardo Chillida. Arquitecto del vacío.
“Hay mucho trabajo por delante, ¿cándo terminará? En cuanto podamos. El museo se inaugurará en las condiciones necesarias, no podemos decir una fecha concreta porque a lo mejor luego no se cumple, pero antes del verano segurísimo”, señaló Ignacio Chillida.
El museo, según explicó, se encuentra ahora en una fase de obras. Unos trabajos que incluyen la renovación del tejado, el cambio de la iluminación y en definitiva la sustitución de todos aquellos elementos que se han quedado obsoletos durante el tiempo que el centro ha permanecido cerrado.
La crisis y la falta de ayudas oficiales obligaron en 2010 a la familia del escultor cerrar Chillida Leku. Y aunque los herederos del artista negociaron en numerosas ocasiones con los sucesivos Gobiernos vascos, fue finalmente el acuerdo alcanzado en diciembre de 2017 con la galería suiza Hauser & Wirth la que ha propiciado la reapertura.
Chillida y Alemania
La obra de Eduardo Chillida siempre tuvo una especial acogida en Alemania. El artista solía decir que aunque él no hablase alemán, su obra sí lo hacía. Una frase, que recuerda Ignacio Chillida, en la que se condensa esa estrecha relación. El escultor donostiarra, en los años que pasó en París, se empapó, como explica su hijo, de la cultura francesa y, especialmente, de la alemana.
Ahí nació la pasión de Chillida por la música de Bach o la literatura de Goethe, por citar solo a dos los grandes referentes de la cultura alemana por los que sentía devoción.
Pero la relación entre el escultor y Alemania fue recíproca, y la gran retrospectiva inaugurada ahora en Wiesbaden da cuenta de ello. La muestra reúne alrededor de un centenar de obras ordenadas de forma cronológica. Y la pieza Gurtuz Aldare, un altar compuesto por tres piedras de granito y diseñado para la iglesia de San Pedro de Colonia, es el corazón de la exposición.
Una iglesia a la que Chillida además diseñó los trajes para oficiar las mismas. Prendas de vestir inspiradas en sus famosas Gravitaciones gracias a las figuras geométricas negras que estampó sobre el tejido.
Y también ocupa un lugar destacado en la exposición la sala dedicada a las esculturas públicas que el artista firmó para diferentes ciudades de Alemania. En este espacio, entre otros elementos, se puede observar un estudio, es decir, una pequeña reproducción de Berlín, la monumental escultura con la que Chillida simbolizó la reunificación del país, encargo del entonces canciller Gerhard Schröder.