El UCAM Murcia CB recuperó su identidad ante Obradoiro (80-58)
Rudez ayudó a superar la primera crisis, Urtasun dirigió al equipo en la segunda y en la tercera le cayeron cuatro triples al rival
Murcia
Cómo necesitaba el UCAM Murcia CB realizar un partido como el que hizo en el Palacio de los Deportes contra el Monbus Obradoiro. Salvo en el inicio del encuentro, el equipo murciano fue regular en ataque y muy intenso en defensa. Fue superior a su rival, controló el ritmo, cogió los rebotes que quiso y no dejó, salvo raras excepciones, posiciones cómodas de tiro. Tuvo sus crisis pero las superó y uno de los encargados de ello fue Rudez. Un partido para volver a confiar después de los últimos fracasos (80-58). La defensa y el rebote fueron vitales.
En el primer cuarto el UCAM Murcia CB sufrió su primer momento crítico por los graves problemas que tenía en ataque. Cuando se habían jugado cinco minutos un triple del griego Vasileiadis colocaba el alarmante 4-10 en el marcador. No es que los gallegos estuviesen pasando por encima de los murcianos, simplemente que los locales no sabían cómo atacar la defensa rival y solo Kloof había logrado anotar. Entró Rudez por Soko y con dos triples seguidos, el croata metió a su equipo en el partido. Posteriormente, la frescura y los puntos de Booker sirvieron para que los de Juárez se fueran por delante 18-16.
El partido permaneció igualado en los primeros compases del segundo acto, pero pronto llegaría el segundo contratiempo para Javi Juárez. Booker cometió su segunda falta y Kloof no tardó en hacer lo propio. El partido estaba 24-22 y los dos bases locales tenían dos faltas cada uno y aún quedaban 6:34. La decisión del entrenador local fue la de darle la dirección del juego a Urtasun, lo cual provocó que Doyle estuviese más liberado de su marcador. Anotó dos canastas seguidas y el UCAM Murcia se fue en el marcador 29-22. Moncho Fernández tuvo que pedir un tiempo muerto para evitar males mayores. Urtasun, agotado, se tuvo que retirar de la pista con el 31-24. Álex estaba realizando un papel sensacional, pero su entrenador lo tenía que dosificar debido al desgaste que sufría en el puesto de uno. El equipo local estaba defendiendo muy bien y con intensidad, buena prueba de ello fue la elaboración de la última canasta del cuarto. Soko, por los suelos, roba el balón a su rival en la pista del conjunto gallego y Cate, ante un hombre más alto, realizaba un mate que levantó a los aficionados de sus asientos. La intensidad del UCAM Murcia CB del segundo cuarto sí era reconocible y capaz de enamorar (41-29). Otro dato importante que resumía lo que estaba sucediendo era el número de rebotes de unos y otros, 20 capturas (9 ofensivas) para los murcianos y 12 para su oponente, el cual contaba con muchos más centímetros.
Los murcianos mantuvieron su renta durante los primeros compases (45-33), pero les entró la prisa por solucionar el partido, eligieron malas opciones a la hora de lanzar de tres puntos, y los gallegos solo tuvieron que asegurar en sus ataques para acercarse en el marcador 45-37 y posesión, lo que obligó a Juárez a pedir un tiempo muerto a 6:07. Los problemas locales no pararon ahí, ya que la pájara del UCAM Murcia, sobre todo en defensa, permitió que el Monbus Obradoiro se pusiera 45-41 y con posesión (falló un tiro de tres). Y el equipo murciano superó su tercera crisis a base de triples con cuatro seguidos. Doyle, Booker, Rudez y Urtasun anotaron desde el perímetro y con el 59-46 a 1:43 para el final fue el conjunto visitante el que tuvo que pedir un tiempo muerto. El cuarto lo cerró Urtasun con una canasta acrobática y con la máxima diferencia (62-46).
La igualdad prevaleció en el comienzo del último cuarto, llegando el Obradorio a acercarse a los 12 puntos en dos ocasiones (64-52 y 68-56), pero eso no le bastaba a los gallegos. Oleson hizo una canasta de tres y el UCAM Murcia CB truncó el siguiente ataque de los gallegos. Con el 71-56 a 4:53 para el final, Moncho tuvo que pedir un tiempo. Los gallegos no tenían ya gasolina debido al fuerte ritmo impuesto por los murcianos durante el encuentro. El equipo de Javi Juárez no dejó de mantener la intensidad en defensa y esa fue la clave. Con el 78-58 a 1:10 para el final, el técnico visitante pidió su último tiempo muerto para evitar que su equipo se dejase llevar y que el correctivo fuera aún mayor, pero no logró su propósito (80-58).
Parciales: 18-16; 23-13 (41-29); 21-17 (62-46); 18-12 (80-58).