Economía circular y transformación digital
Estos son los retos de la fábrica burgalesa de la multinacional francesa que ha invertido en ella 50 millones en 5 años
Burgos
La fábrica burgalesa de la multinacional L'oreal aspira a completar sus procesos de economía circular y de transformación digital como retos inmediatos tras ser pionera en materia de protección ambiental dentro de las 41 plantas del grupo en el mundo. La firma francesa ha invertido en Burgos 50 millones en los últimos 5 años en modernización y automatización de su maquinaria de producción y la integración de nuevas tecnologías, pero también en desarrollo sostenible. La fábrica del polígono de Villalonquejar es 'neutra' en emisiones de carbono gracias a la central de biomasa instalada en 2015 que proporciona las necesidades energéticas de la planta y desde 2017 es también la primera 'fábrica seca' del Grupo, es decir, depura y reutiliza todo el agua que consume. Actualmente ha reducido un 98% la emisión de dióxido de carbono, un 45% el consumo de agua y un 37% el conjunto de residuos desde 2005 en su apuesta por la excelencia ambiental.
El director de L'oreal, Benoit Mocquant, subraya las ventajas de estar en un entorno industrial tan consolidado como Burgos, donde empezó la fabricación de productos capilares en 1971 y desde el año 2000 dispone de uno de los 2 centros de distribución internacional del Grupo, con exportaciones a 52 países. La dirección de L'oreal destaca la apuesta por la responsabilidad social, con más de 30 años de colaboración junto a entidades locales en la inserción de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión, además de participar en programas de captación de talento y formación profesional. L'oreal Burgos produce 254 millones de unidades de productos cosméticos para el mercado profesional al año, sobre todo champú y colorantes para peluquería, y cuenta con unos 500 empleados.