La Iglesia en Salamanca: en pleno Via Crucis del que tiene difícil escapar
Repasamos cronológicamente los casos de abusos sexuales conocidos recientemente, y las reacciones eclesiásticas

Iglesia de San Martín. / Cadena SER

Salamanca
Día 28 de octubre de 2018. Diario El País. Una información titulada “Era director del colegio y abusaba de mí en la secretaría” impacta a lectores, y ciudadanos de Salamanca. Es el encabezado de la historia de Teresa Conde, una profesora de 52 años que sufrió abusos sexuales durante dos años a manos de Domingo Ciordia Azcona, un religioso del colegio Trinitarios de la capital del Tormes, quien en 1980 tenía 45 años, y abusó de ella cuando cursó primero, segundo y tercero de BUP. El religioso acusado falleció en 2016 en un accidente de tráfico.
Fue el primero de los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica salmantina denunciado recientemente a través de los medios de comunicación, en concreto, del diario El País. Aunque este delito no es nuevo para los ciudadanos de Salamanca, puesto que hace años un valiente Javier Paz Ledesma se atrevió a hacer públicos los abusos y agresiones sexuales que sufrió de pequeño a manos de Isidro López Santos, un religioso que durante los años 90 cometió presuntamente varias agresiones sexuales, aprovechándose de su condición de párroco de la céntrica iglesia de San Julián, también San Martín, y luego en San Pedro Apóstol de Tejares, en la diócesis de Salamanca. Además, era docente en los centros de educación secundaria Fray Luis de León y Torres Villarroel.
En 2011, Paz Ledesma hizo público su sufrimiento. Y tras la sentencia canónica del Vaticano, esta persona fue, simplemente, jubilada de sus cargos. Lo destacado de este caso es la grabación recientemente conocida en la que se escucha al obispo de Salamanca, Carlos López hablar con Paz. “Si presentas una petición de compensación de daños el tribunal lo estudiará (…) Si tú quieres ir por otra vía tienes la vía expedita, pero me temo que no vas a conseguir nada. Civilmente no vas a conseguir nada. Sí, que la sociedad se entere, vale”. Además, el obispo de Salamanca le ofrece al agredido un reconocimiento monetario: “si tú quieres compensación económica preséntala por escrito. Tiene que constar todo por escrito. Preséntalo, lo pides y ya veremos”
Lo que toda la sociedad ha interpretado como un ofrecimiento velado de dinero de López a Paz, intentando asegurarse de que este último no aireara las vergüenzas de la Iglesia en público, para el obispado es una ‘manipulación informativa’ de la prensa. Eso aseguraron en un comunicado, forma habitual del obispado de Salamanca para responder ante estas presuntas agresiones (algunas, probadas) en lugar de convocar una rueda de prensa abierta a los periodistas para que se pueda preguntar todo lo que se desee.
Desde el obispado, como ya avanzó la Cadena SER de Salamanca, no tienen pensado ‘entrar al trapo de las informaciones publicadas’. Así lo quiere el propio obispo, López, y así lo ratificaron en un reciente consejo presbiterial los distintos religiosos y curas de Salamanca. Apoyan el proceder de su obispo, y mostraron también el apoyo a las víctimas. No obstante, desde la Casa de la Iglesia solo se salió al paso de la grabación en la que se escuchaba a Carlos López ofrecer esa compensación económica a la víctima Javier Paz. Pese a la insistencia de la SER por tener la versión de la Iglesia a través de una voz oficial, y no mediante comunicados escuetos, el obispado sigue sin mover ficha.
Hasta que esta emisora no desveló el apoyo del clero al obispo, no reaccionaron… con otro comunicado. Mientras tanto, se siguen conociendo presuntos casos de abusos en el seno de la ‘Madre Iglesia’: el obispado de Salamanca ignoró, según denuncia El País, ‘un aviso de la archidiócesis de Miami, que expulsó en 1981 de su jurisdicción a Francisco Carreras tras un caso de abusos a un menor, y mantuvo a este sacerdote durante más de dos décadas, entre 1981 y 2004, al frente de una decena de parroquias rurales de la provincia’, entre ellas, las de Sequeros, Calzada de Valdunciel, Castellanos de Villiquera, y otros pueblos.
Y en las últimas horas, se ha conocido que a finales del pasado siglo el párroco de Espeja, un pueblo de poco más de 200 vecinos de Salamanca, fue condenado a un año de cárcel en 1998 por abusos sexuales sobre una niña de diez años. Este cura forma parte a día de hoy, como notario, de la vicaría judicial de la diócesis de Ciudad Rodrigo. Su nombre es Joaquín Galán Pino.
En este caso, también el obispado mirobrigense se oculta bajo un comunicado de prensa, sin dejar que los periodistas puedan recoger libremente las reacciones y explicaciones a esta información. Opacidad total en la Iglesia de Salamanca, una institución con cierta raigambre en esta provincia que, por sus propios empeños de no hablar públicamente y con claridad de agresiones sexuales cometidas por sus curas y religiosos, está sufriendo un Via Crucis en este último mes.
No obstante, como también ha constatado la Cadena SER, aunque el mensaje público es el de apoyo total al obispo y a su proceder, algunas voces también apunta, fuera de micrófono, eso sí, a la necesidad de salir a dar la cara y explicaciones. Por las víctimas, y por los que aún creen en una dañada y oscura Iglesia católica en Salamanca.

Sergio Valdés
Periodista, desde 2015 en la SER. Especializado en la información deportiva de Salamanca y provincia,...




