"A las mujeres maltratadas nos cuesta mucho dar el paso por falta de pruebas"
Cientos de personas se manifiestan en las islas para erradicar una lacra que suma 4.000 denuncias al año en Canarias

Manifestación contra la violencia de género en Las Palmas de Gran Canaria. / Cadena SER

Las Palmas de Gran Canaria
"Por las que están, las que no están, la que peligran"; "no son son muertes, son asesinatos". Son algunas de las consignas que han lanzado las cientos de personas que se han sumado a la manifestación convocada por la Red Feminista de Gran Canaria con motivo de la celebración este domingo del día internacional para la eliminación de la eliminación de la violencia contra la mujer.
"La violencia contra las mujeres continúa a pesar de los cambios políticos, hay mucho discurso pero poca dotación económica, y es necesario que jueces y policías tomen mayor conciencia", ha indicado la portavoz de la Red grancanaria Elena Suárez.
Una manifestación que también se ha llevado a cabo en Tenerife, donde esta semana se ha registrado un nuevo caso de violencia de género, después de que se rociara con ácido la cara de la expareja de uno de los implicados. No había denuncia previa, ni orden de alejamiento.
La Policía Nacional informó el sábado de que la sustancia corrosiva con la que fue atacada la susodicha en el municipio tinerfeño de La Laguna fue vertida por la actual compañera de su expareja. El juzgado número 3 de La Laguna ha ordenado el ingreso en prisión provisional y sin fianza para ambos como supuestos autores del delito de lesiones.
En Canarias se produce el 12% de las denuncias por violencia machista del país. Un total de 4.000 al año, 23 diarias. Sin embargo, sigue habiendo más de un 70% del maltrato físico y psicológico hacia la mujer no denunciado. Unos números a los que María pone voz en Cadena SER, como una víctima que sí puso su situación en manos de la Justicia y que ya ha salido del infierno que vivió durante cerca de una década.
Insultos, vejaciones y un control absoluto. María no era consciente de que sufría maltrato machista y estuvo cinco años viviendo con su verdugo, su actual expareja. Ella, periodista de profesión tuvo que cambiar de trabajo en varias ocasiones por la persecución a la que la tenía sometía. La alejó de su familia, de sus amigos y perdió la confianza en si misma.
"Dejé de ver a mis padres, a mi familia...él controlaba mis cuentas, mi teléfono, mis llamadas, haciéndose pasar por mí en Internet para cortar relaciones con mis amistades...", recuerda. Al llegar a casa un día, señala que arremetió contra su vestimenta y comenzó a tirar su ropa por la ventana.
Cuando decidió dejarlo, todo fue a peor. Y a pesar de mudarse continuamente de ciudad siempre la encontraba. Él trabajaba en un servicio público y la localizaba a través de la base de datos . Huyó a Londres, pero el acoso fue a más. Entonces llegaron las amenazas de muerte y las agresiones.
"Me agarró dos veces, lo que pasa es que no te deja marca, vas a comisaría y es su palabra contra la tuya.... es verdad que a las mujeres maltratadas nos cuesta mucho dar el paso por falta de pruebas", manifiesta.
María, nombre ficticio, ahora es una mujer libre. Denunció, el fue condenado y actualmente mantiene una orden de alejamiento. Pero no fue fácil, en el camino encontró falta de formación en los agentes que la atendieron y muchos prejuicios. Por eso recomienda conservar todo tipo de mensajes o cualquier indicativo que pueda servir de prueba, además de recurrir al asesoramiento de los centros de información sobre violencia de género. "Que vaya acompañada a poner la denuncia, que no vaya sola", apostilla.
Las retractaciones, el reto de la Justicia
En lo que va de año ya son 44 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas en España, dos de ellas en Canarias, donde además, 2.350 mujeres están bajo protección policial. La magistrada Auxiliadora Díaz es titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 2 de Las Palmas, Auxiliadora Díaz, señala que el reto de la Justicia no sólo pasa por conseguir que la víctima de maltrato denuncie su situación, sino también de que no se arrepienta una vez puesto el caso en conocimiento de las autoridades.
"Por un lado está el derecho que tiene a no tener que declarar en contra de su pareja, pero por otro está la protección de la víctima. Conjugar ambos bienes jurídicos, la verdad es bastante difícil", reconoce. Y es que la Justicia no puede activar medidas de protección, si la víctima no quiere mantener la denuncia.
El 016 es el número de atención a las víctimas de violencia machista. Es gratuito, no deja rastro en la factura, pero hay que borrarlo del listado de llamadas del teléfono.




