El asesino de Amate reconoce que mató a una mujer "de manera inconsciente para que cumpliera lo pactado"

Sevilla

Miguel Ángel ha llorado y se ha secado las lágrimas con un pañuelo de papel mientras el Tribunal del Jurado que le juzga visionaba la reconstrucción del crimen en el parque Amate de Sevilla. Minutos antes ha reconocido ante esos jurados que mató a Pilar “sin intención de que ocurriera”, “de manera inconsciente para que cumpliera” lo que habían acordado cuando se fueron a esa parque a fumar heroína y cocaína y a mantener relaciones sexuales una noche del verano pasado. La mujer, en un momento dado, según ha dicho él, se negó e intentó marcharse porque “iban a vernos los vigilantes” y sin que mediara pelea él le hizo la técnica conocida como mata león, que consiste en agarrar a la víctima por detrás y estrangularla hasta que pierde el conocimiento.

“Mi intención no era que ocurriera lo que ocurrió”, ha repetido. Después de verla en el suelo asegura que le movió la cabeza “para que reaccionara”, luego le arrancó el body sin intención de penetrarla y fue cuando se dio cuenta de que había muerto. Así que le quitó los 20 euros que le había entregado y se fue a comprar droga al barrio de Los Pajaritos. Saltó la valla del parque y volvió junto al cadáver a fumar. Al amanecer decidió quemar el cuerpo, sin saber por qué “porque no había pruebas que ocultar” y se marchó. La Policía lo detuvo un mes después por una supuesta agresión sexual en el parque del Tamarguillo.

“No me creía lo que acababa de hacer, no me creía ni sabía qué hacer ni tenía la cabeza en mi sitio. No pensé en pedir ayuda”, ha manifestado el acusado a diferentes preguntas de su abogado. También ha mostrado sus antebrazos al Tribunal para contar que en la cárcel intentó suicidarse “porque no me podía creer que yo hubiera hecho una cosa así por culpa de la droga”.

Miguel Ángel había salido de la cárcel en 2015 tras cumplir nueve años de prisión por una violación. En este juicio se enfrenta a una pena de 22 años y medio de cárcel por los supuestos delitos de homicidio, intento de agresión sexual y profanación de cadáveres.

El acusado ha dicho que es drogadicto desde los 14 años, tiene 40. También ha detallado que aquel día, el 27 de julio de 2017, después de consumir “notaba calor, palpitaciones, desorden y barullo en la cabeza y tenía la sensación de que se iba a volver loco”. Aquella noche se encontró con Pilar en un punto de venta de droga y los dos se fueron al parque Amate a consumir y mantener relaciones sexuales. Después de matarla, según el fiscal, pasó varias horas con el cadáver antes de prenderle fuego. Y lo hizo “con plenitud de sus facultades mentales”.