Crece la demanda de acogida en Es Refugi

Palma

La falta de vivienda asequible en las Islas ha hecho aumentar el número de personas que pide ayuda a las entidades sociales. En la asociación de acogida Es Refugi, que atiende a 44 usuarios, no queda ninguna plaza libre y hay una lista de espera de casi dos meses. Este jueves, viernes y sábado han organizado un mercadillo solidario en el patio de la Misericordia de Palma para recaudar fondos.

Los ingresos del mercadillo de Es Refugi suponen el 20 por ciento de los fondos que recaudan durante todo el año. El gerente, Toni Canyelles, explica que la entidad recibe donaciones privadas de empresas, comida de restaurantes, cadenas hoteleras o supermercados.

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El presidente de la asociación, Fernando Villalobos, asegura que el perfil medio de un usuario, tanto del comedor social como del centro de acogida, es el de un hombre mayor de 45 años, parado de larga duración, con unos ingresos mensuales por debajo de los 450 euros y que no puede pagar por una habitación.

Pedro es uno de los 44 usuarios de Es Refugi. Lleva una década de acogida. A sus 65 años, recibe una pensión de 400 euros por invalidez. Tras la muerte de su madre le embargaron su casa porque no podía pagar las facturas.

Antonio es otro caso similar. Trabajaba en la construcción y después de quedarse sin empleo lleva 5 años en Es Refugi. Ahora con 71 años cobra una pensión de algo más de 500 euros, y manda 200 euros a su familia en Badajoz.

Una decena de trabajadores se encarga de que en el centro funcione con normalidad, que los usuarios puedan salir adelante y que la asociación no acabe siendo un punto final para muchos. A diario comen unas 60 personas y pasan la noche 44. La cena es la comida más fuerte para este colectivo. Eduardo es el cocinero, quien se encarga de que no les falte ningún nutriente. Hoy toca crema de verduras, patatas fritas, Nuggets o ensalada, y una fruta de postre.

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