Una espera desesperadamente larga

Herrera va a Moncloa prácticamente con la misma lista de reivindicaciones que llevó hace ya 6 años cuando se reunió cara a cara por última vez con el presidente del Gobierno para repasar de manera bilateral los asuntos pendientes. Aquella reunión se celebró el 23 de abril de 2012. Desde entonces y hasta ahora poca novedad bajo el sol.

Los problemas necesitados de solución entonces, continúan vigentes y en algunos casos haciendo bueno aquello de "mal que no mejora, empeora". Un repaso a la relación de demandas que desde años se hacen desde aquí al gobierno central, nos deja la conclusión de que poco se ha avanzado en materias directamente relacionadas con el presente, pero sobre todo con el futuro de la comunidad.

¿Hay alguna razón que nos invite a pensar que el de hoy será un encuentro del que se derivarán soluciones reales que vayan más allá de las declaraciones bienintencionadas a las que estamos acostumbrados? Cualquier promesa que no vaya acompañada de memoria económica y plazos de ejecución concretos, no puede ser vista sino como una nueva tomadura de pelo.

No queda otra que esperar, aunque la espera sea desde hace tiempo desesperadamente larga.