Vox traducido a Balears

Palma

La excelente noticia procedente de Andalucía para el PP balear es que cuenta con un nuevo socio, que se llama Vox.

La mala noticia para el PP balear es que cuenta con un nuevo rival. Qué casualidad, también se llama Vox.

Para la izquierda, dicho sea de paso y generalizando, la pésima noticia es que se han detectado su autocomplacencia y sus incumplimientos.

Por ejemplo, ¿empezaría una autopista el Pacto de Progreso después de las andaluzas?

Pero sigamos con la derecha de Balears.

Perdón, con las derechas, porque las tenemos de todos los sabores.

De repente, se puede hablar en serio de un Govern compuesto por PP, Ciudadanos, El Pi y Vox.

Estos cuatro partidos tienen derecho desde el pasado domingo a aspirar a más de cinco diputados cada uno.

Y así llegamos a la necesidad de traducir a Vox a Balears.

Si suponemos que el contingente de votantes ocasionales o convencidos de la ultraderecha moderada es el mismo aquí que en Andalucía, Vox obtendría siete u ocho diputados en el Parlament.

Por tanto muchos más que los tres del Pi o los dos de Ciudadanos, al nivel de los nueve de Més y los diez de Podemos.

En resumen, la izquierda ha de espabilar o marcharse. Ambas acciones conllevan un notable sufrimiento.