Un recién ascendido que lleva 540 minutos sin encajar

Santander

El fútbol y sus tácticas pasan por diferentes modas. En el verano del año 1970, en el Mundial de México, Brasil maravilló con una alineación en la que tenían cabida cinco dieces (Pelé, Jairzinho, Toasto, Rivelino y Gerson). Poco después, Holanda (La Naranja Mecánica) creó escuela con un revolucionario 4-3-3 que ha sido imitado a lo largo de los años.

En la actualidad, parece que los tres centrales y carrileros con recorrido están marcando la pauta (el Sevilla de Machín está en la segunda plaza de la Liga con este planteamiento). En la Tercera cántabra hay un equipo, recién ascendido además, que lleva una racha fantástica gracias a haber trabajado, y mucho, sobre ese 3-5-2 (5-3-2 cuando defiende).

El Ribamontán al Mar, dirigido por Manu Preciado, después de unas semanas de adaptación y perfeccionamiento, ha dado con la tecla. Con dos bandas que no paran de llegar a zona de peligro rival, sin descuidar el sacrificio defensivo, ha conseguido ganar cuatro de los últimos seis encuentros (empatando los otros dos restantes).

Además, sin descuidar la vistosidad y el dinamismo, ha "echado el cerrojo" a su propia portería. En estos partidos no ha encajado ningún tanto, alcanzando ya la friolera de 540 minutos sin recibir un gol.

Tras caer por 2-1 frente al Solares (el 27 de octubre), los de Galizano han vencido en casa al Atlético Albericia (2-0), empatado a cero a domicilio frente a Siete Villas y Velarde, y se han impuesto a Textil Escudo (1-0), Cayón (0-1) y Torina (2-0).

Este próximo sábado, a partir de las 15,30 horas, intentarán dar continuidad a esa dinámica en su visita a la Cultural de Guarnizo.