La Subbética nombra hijo predilecto a Juan Pérez Marín

Córdoba

Juan Pérez Marín era un eminente y joven cardiólogo cuando empezó a ejercer como médico a mediados de los años 70 en Cabra, pero la realidad social que encontró le impactó tanto que decidió dedicar su vida a ayudar a las  personas con discapacidad psíquica.

Cuando él empezó a ejercer, "los tontos", como él los llama cariñosamente, estaban encerrados en los psiquiátricos, o en el mejor de los casos, conviviendo con unas familias que no sabían cómo tratarlos, ni qué capacidades tenían.

Su nombre no figura en los libros de historia pero, si la historia fuese justa con él debería hacerlo. En unos años, Juan Pérez Marín consiguió levantar una Asociación para la atención a los discapacitados, se llamó la Asociación para la Promoción del Minusválido.

Y ahí comenzó su lucha. Primero con la atención integral a esas personas con discapcidad intelectual, y en segundo lugar por su desarrollo como personas, como ciudadanos de pleno derecho, para ello, después de formarlos  y darles una tarea, en funciones básicas como imprenta, o carpintería, Pérez Marín propuso una vida normalizada, y en comunidad, mediante pisos tutelados, en los que los chicos y chicas de Promi pudieran tener una vida como la de los demás.

Costó vencer muchas resistencias, costó cambiar varias leyes, convencer a los servicios sociales de la época, costó que los vecinos se acostumbraran a que en su bloque vivieran chicos de Promi, pero lo consiguió.

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Su legado permanece hoy, después de muchas vicisitudes en una Fundación, la Fundación Promi, dedicada a la asistencia de las personas con discapacidad intelectual.  Y esa labor es la que reconoce la Mancomunidad de la Subbética con el título de Hijo Predilecto.