Tres miradas sobre las 'nuevas guerras': "El miedo nos pasa factura a todos"
Un periodista, una documentalista y un exmilitar han compatido emociones y opiniones sobre las consecuencias de la guerra
Cartagena
La desigualdad social y entre países, el calentamiento global y el cambio climático, la irrupción tecnológica y el uso de Internet y las redes sociales son nuevas amenazas y nuevos miedos que pueden desencadenar los nuevos conflictos de los que se está hablando en el Foro 'Ciudades Sitiadas. Las guerras del siglo XXI', organizado por la Cadena SER en Cartagena.
A lo largo de esta conversación conducida por el periodista de la Cadena SER, Pablo Morán, director del programa 'Punto de fuga', tres ponentes que, por diferentes motivos y profesiones, han sido testigos directos de conflictos armados han explicado su visión sobre 'Las Guerras del siglo XXI': aunque ahora se puedan desarrollar a distancia, siguen apuntando a la población civil y ensañándose con las mujeres.
"El miedo nos pasa factura a todos", reflexionaba el periodista bosnio Boban Minic. Sin embargo, él no lo tuvo, y permaneció en Sarajevo durante los 1.425 días que duró el asedio de su ciudad durante la Guerra de los Balcanes, uno de los episodios más sangrientos y traumáticos en la última década del siglo XX.
Cada día recorría siete kilómetros bajo el fuego de los francotiradores para llegar hasta la radio donde trabajaba y cuya emisión no se detuvo, una experiencia recogida en su libro "Bienvenido a Sarajevo". Minic lamentaba que, a día de hoy, en algunos conflictos se sigue hablando de "balcanización": "El mundo no aprendió nada de la Guerra de Yugoslavia. Y lo que se pudo aprender es que esto se puede prevenir".
De un conflicto en curso ha hablado Alba Sotorra, autora del documental 'Comandante Arian', en el que recoge la lucha de las mujeres enfrentadas al Estado Islámico en el Kurdistán, una zona entre Turquía y Siria a la que resultó fácil acceder: "Quise ir a documentar a estas mujeres al Kurdistán por una cuestión feminista". Dice la documentalista que "las mujeres kurdas están hartas de ser de segunda" y que es esta diferencia de concepciones lo que les enfrenta a los integristas islámicos.
Incide precisamente en las injusticias, que no solo hacen que las mujeres se movilicen, sino que también sirven para levantar a los integristas: "Ningún ejército puede acabar con la sensación de injusticia".
De este mismo aspecto también ha hablado Julio Rodríguez, ex-JEMAD y presidente de la Junta Directiva del Foro Milicia y Democracia, quien señalaba a la intervención militar como la última medida a la que recurrir: "Cuando crees que estás hablando contra el terrorismo, estás generando más terrorismo. El instrumento militar hay que aplicarlo como un instrumento quirúrgico cuando todo ha fallado".
El exmilitar, responsable de numerosos dispositivos y despliegues militares, cree que la clave para evitar los conflictos y no llegar a la intervención armada pasa por un presupuesto de defensa orientado a la cooperación internacional.
Rodríguez lamenta que, por el contrario, según reflejan las cifras de Eurostat, reflejan que se está produciendo una deriva del presupuesto militar al ámbito de la seguridad como parte de una "estrategia de miedo" y dice que "cuando se habla de estrategias de seguridad, muchas veces se habla de recorte de derechos".