Detenido en Vitoria un presunto yihadista acusado de captación
Se trata de un hombre de nacionalidad argelina presidente de un centro cultural islámico
Vitoria
La Policía Nacional detenía en Vitoria a un presunto yihadista por pertenencia a organización terrorista y labores de captación a través de su cargo de presidente de una asociación cultural desde donde difundía el ideario yihadista a la comunidad islámica vasca.
Se trata de un hombre de 36 años y nacionalidad argelina que, por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, ha sido detenido a primera hora de la mañana por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía en colaboración con las brigadas provinciales de Información de San Sebastián y Vitoria, además de la participación del CNI y Europol.
El arrestado alardeaba en sus círculos más cercanos de su formación en la confección de explosivos caseros y llegó a decir que fabricar una bomba era "muy fácil", según informa el Ministerio del Interior.
La operación se desarrollaba durante varias horas en el inmueble del número 4 de la calle Castillo de Portilla, que cortaban al tráfico varias furgonetas de la Policía Nacional y coches camuflados, mientras los agentes registraban un piso de ese edificio.
Vecinos del inmueble han señalado a Efe que el arrestado es un hombre "tranquilo y educado" y que no habían sospechado que se pudiera tratar de alguien relacionado con el terrorismo yihadista.
No obstante, han indicado que "no tenía mucha relación" con el resto de residentes en este edificio, donde lleva viviendo "varios años", antes en compañía de una pareja.
Durante los últimos cuatro años el detenido ha desarrollado numerosas acciones presuntamente destinadas a favorecer e impulsar la actividad de Dáesh entre ellas, divulgar y extender la doctrina fundamentalista sunnita, realizar labores de captación directa y remota, favorecer el regreso de "foreign fighters" a Europa o colaborar con otros yihadistas que aún permanecen en Siria.
Para todo ello aprovechaba su cargo como presidente de una reconocida asociación cultural de la comunidad autónoma para difundir con mayor facilidad el credo yihadista entre los miembros de la comunidad islámica vasca.
Entre sus proyectos estaba crear una escuela para adoctrinar desde la infancia a los niños musulmanes que acudiesen a ella.
Junto a esta forma directa de captación, el arrestado también adoctrinaba de forma remota. Según los investigadores llegó a captar por redes sociales a una persona a la que "inoculó" el pensamiento de hacer la yihad con material audiovisual.
El detenido recibía ayudas económicas por desempleo mientras obtenía recursos de un negocio propio encubierto de venta por Internet.
Su objetivo era destinar estas ayudas sociales al mantenimiento de adoctrinados que después apoyarían su idea de reconstruir el caído califato de Dáesh.
Interior también destaca el perfil violento del arrestado como demuestra el hecho de que en una ocasión llegó a amenazar con un arma blanca a agentes de la autoridad que realizaban labores propias de su cargo, gritando “voy a matar policías”, y otra, incluso, agredió a una pareja de policías, hecho por el que fue detenido por atentado contra la autoridad.