Alquileres a precio de oro

El debate está sobre la mesa: ¿se debe limitar o regular por ley el precio de los alquileres? Ya saben que el gobierno de Sánchez ha dejado sin resolver en su reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos esta petición que llega desde diferentes colectivos y partidos políticos. Ayer, en estos mismos micrófonos, la consejera regional de Vivienda y Políticas Sociales se mostraba a favor de limitar esos precios en determinadas zonas del archipiélago, en aquellas precisamente donde el aumento ha sido desproporcionado e inasumible para muchas familias.

Mientras la cuestión sigue en el aire, lo cierto es que los desahucios por impago de alquileres no paran de crecer, ahí están los datos, y lo peor, un alto porcentaje de esos desahucios están protagonizados por personas que viven un segundo trauma de este tipo tras no poder asumir el pago de una hipoteca.

¿Controlar por arriba las alzas casi criminales que buscan expulsar a muchos inquilinos es una mala idea? Los que hablan de intervenir el mercado del alquiler como un anatema deberían mirar lo que ocurre en otros países, y no precisamente muy lejanos. Si consideramos la vivienda como un artículo más, podemos seguir presenciando un negocio que, poco a poco, está siendo copado por empresas, entidades bancarias y demás oportunistas.

Hay un límite, sobre todo en asuntos tan vitales como la vivienda. Y el límite en este tema es el que está dejando a decenas de familias en la calle o fuera de los barrios y zonas en las que llevaban viviendo toda la vida.

Y atentos también al nuevo capítulo sobre los convenios entre Canarias y el Estado que no terminan de firmarse. En seguida hablamos de este asunto y del dinero que está en el aire y que esperamos no se esfume…