Cien años

Bilbao

Ya ves a los dos amigos de Andrés en la otra habitación, Avelina. De la boca de uno sale una letra y luego otra y luego otra que se juntan y hacen una palabra. El otro igual, letra más letra más letra para devolverle otra palabra y así desde hace un mes. Yo creo que no se entienden. Sin embargo nosotros para qué queremos las palabras, llevamos cien años juntos y con la mirada nos basta, para entendernos, para sabernos. Es más, veo envidia en los ojos de toda esa gente que pasa y nos mira.