Al Constitucional le pilla el toro

"La línea roja" de Matías Vallés (24/12/18)
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Palma
La decisión más sabia del Pacto de Progreso fue la ley de las corridas de toros sin sangre.
Al tomarse a broma el festejo, suprimiendo la tortura de banderillas y picadores, ponía en un brete al Constitucional donde lógicamente iba a desembocar la ley.
Una cosa es mantener las antiguas corridas y otra crearlas hoy.
Nadie inventaría hoy el festejo taurino, y al Constitucional no le ha quedado más remedio que reinventarlo.
El resultado es una sentencia ensangrentada, antediluviana, redactada con muy escasa convicción al amparo de salvajes criterios culturales.
En resumen, el Constitucional exige que se mate a los toros.
Algo que ya se hacía en el ruedo, pero que al implantarlo hoy de nuevo adquiere un matiz de crueldad a cargo de los jueces toreros.
Al Constitucional le ha pillado el toro.
Las corridas no tienen la mínima importancia en la vida balear, no interesan ni a los turistas.
Ahora bien, al reexaminar la audacia de la ley de la izquierda que ridiculizaba la fiesta nacional, nos preguntamos en qué momento se desenganchó el Pacto de su misión de renovar la vida de la comunidad.
Y sí, la sentencia puede leerse en favor del partido del momento, Vox gana batallas en el Tribunal Constitucional.




