Del Caserío ya no me fío
Cuando dos personas disputan por una cantidad superior a un millón de euros, ninguna de ellas tiene razón

"La línea roja" de Matías Vallés (27/12/18)
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Palma
El Caserío fue durante décadas la marca más conocida de Balears, gracias a su queso en porciones o quesitos, el manjar al alcance de todos los bolsillos del franquismo.
Solo podía competir en popularidad con perlas Majorica, y así quedan emparentadas las dos entidades heridas de muerte cuando Balears encabezaba curiosamente las clasificaciones de riqueza.
Las experiencias de El Caserío y de la perlera demuestran que debemos ser vigilantes con los mirlos blancos que vienen a salvarnos desde el exterior.
Exprimen, destruyen y se marchan.
Cuando la familia Montañés fundadora de El Caserío se lo vendió a la multinacional estadounidense Kraft, empleaba a más de mil trabajadores.
Hoy solo conserva una décima parte, tras sufrir el beso de la muerte de la familia Ruiz Mateos.
Ni siquiera le queda el nombre, Quesería Menorquina sin El Caserío.
Para rematar el año aciago, el presunto comprador castellano de la fábrica demanda al presunto vendedor menorquín.
Cuando dos personas disputan por una cantidad superior a un millón de euros, ninguna de ellas tiene razón.
Por tanto, el perdedor vuelve a ser Balears, la industriosa región sin industria.
Del Caserío ya no me fío, solo los turistas nos aprecian.




