Despeñan a siete caballos muertos por barrancos para evitar pagar su incineración
Los equinos carecían de chip identificativo, o este había sido extraído con el objeto de evitar la localización de sus dueños
Valencia
La Guardia Civil investiga a dos personas por un delito de maltrato animal a siete caballos, que al parecer lanzaron muertos a barrancos para evitar los gastos de recogida o incineración, pues los habían vendido de forma fraudulenta.
La Guardia Civil de Llombai y el Seprona de Valencia iniciaron este verano la operación "Ecuus" tras la aparición en el Barranco y en el Azud de Alfarp de un total de siete caballos muertos, con signos de maltrato animal.
Los equinos carecían de chip identificativo, o este había sido extraído con el objeto de evitar la localización de sus dueños, si bien las gestiones de la Guardia Civil de Llombai permitieron identificar a uno de los dueños de un caballo.
Los agentes averiguaron que el caballo fue vendido fraudulentamente en diversas ocasiones a diferentes propietarios de localidades de Valencia y Castellón, hasta llegar finalmente a dos vecinos de Carlet.
Estas dos personas realizaban compraventas de caballos de forma fraudulenta, es decir, sin hacerlas constar en los registros oficiales, con lo que evitaban por tanto el pago de los impuestos correspondientes por las transacciones realizadas.
La adquisición de los animales de esta forma suponía para sus propietarios, en el caso de que enfermaran gravemente o falleciesen, un gasto de 300 y 400 euros, el coste de la recogida e incineración de un caballo no registrado y por lo tanto no asegurado.
Al parecer, estas dos personas decidieron deshacerse de ellos arrojándolos muertos o moribundos en barrancos o zonas aisladas cercanas a la cuadra de donde provenían, para evitarse los gastos de la recogida e incineración.
Las diligencias instruidas han sido entregadas a la Fiscalía del Medio Ambiente de Valencia, según ha informado este jueves la Guardia Civil.