Manuela Carmena recibe el alta tras pasar la Nochevieja ingresada por infección de tobillo
La alcaldesa, que se rompió el tobillo el viernes 21 al caerse en su casa, tomó las uvas con un "pequeño botellín de sidra"
Madrid
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha abandonado esta mañana el Hospital Universitario de la Princesa donde permanecía ingresada por una infección de tobillo desde el pasado domingo por la tarde y ha comentado que "en cuanto pueda" volverá a trabajar, aunque al menos hasta el viernes continuará recuperándose en casa.
Carmena se rompió el tobillo derecho el viernes 21 al caerse en su domicilio y fue intervenida el pasado día 26 en una operación en el que se le fijó la zona fracturada mediante osteosíntesis con placa y tornillo. El pasado domingo ingresó nuevamente en el hospital a causa de una recaída por una infección en el tobillo.
"Me encuentro bien. Después de la operación parecía que había habido un conato de infección, empecé a tener fiebre y por eso me tuvieron que volver a ingresar", ha declarado a los medios a la salida del hospital.
La alcaldesa, que estaba en silla de ruedas, ha dicho que "en cuanto pueda" volverá a trabajar, aunque tanto hoy como mañana "seguramente" estará en su casa continuando con la recuperación y no es seguro que pueda acudir a la cabalgada del 5 de enero.
"No sé si tendré que hablar con los Reyes Magos a ver si como magos ellos también me facilitan que pueda ser un poco maga y pueda estar con ellos. Ya veremos, estamos en trato con los Reyes Magos", ha bromeado.
Es la segunda caída sufrida por la alcaldesa en apenas unos meses, pues en septiembre tuvo que ser ingresada, también en la Princesa, al hacerse una brecha en la frente tras caerse en su casa.
Preguntada sobre si se ve con fuerzas para afrontar las elecciones municipales de mayo de 2019, en las que aspira a revalidar el cargo, ha respondido que no le gusta hablar de las elecciones "porque no estamos en periodo" electoral. "Tengo que afrontar ahora mi trabajo de todos los días y lo afronto sabiendo que (tengo un) problema de deambulación", ha añadido.
Al respecto, ha comentado que el médico le ha dicho que no podrá apoyar el pie del tobillo dañado "seguramente en tres meses" por lo que tendrá que "aprender a manejar muletas", aunque los primeros días se deplazará en silla de ruedas.
Carmena, que ha manifestado a los periodistas su alegría por poder volver a verlos "con el problema resuelto", ha señalado que la impresión sobre su estado de salud "es buena" y ha destacado que ingresó con fiebre pero que no ha vuelto a tenerla durante los dos días y medio que ha permanecido ingresada.
En este tiempo ha aprovechado para leer, responder correos electrónicos y estar atenta a su teléfono móvil, entre otros asuntos. "Me he intercambiado Whatsapps con una vecina que tenía un problema en su barrio y creo que se lo he podido solucionar desde aquí", ha revelado.
La alcaldesa pasó con parte de su familia la Nochevieja en el hospital, donde comió almejas, lubina y turrones y tomó las uvas con un "pequeño botellín de sidra", como el resto de los pacientes. "Agradezco muchísimo el ambiente que se vivió en el hospital. Es una experiencia ver como en un hospital también se puede tener una buena noche de fin de año entre otras cosas gracias a los detalles que tiene. La cena era muy rica y estaba todo muy bien pensando", ha declarado