Una recreación colectiva de 34 años

Torregalindo ultima los preparativos de su cabalgata de Reyes, la más destacada y participativa de la Ribera del Duero. Serán con éste 34 los años en que esta localidad se transforma la víspera de esta festividad religiosa en todo un auto teatral, un belén viviente en el que se recrean las escenas evangélicas de la Navidad, desde el viaje de San José y la Virgen para su empadronamiento hasta el ofrecimiento de los dones por parte de los sabios de Oriente en el portal. Todo el pueblo está ambientado para acoger estas escenas, en las que no falta la anunciación a los pastores, la visita a Herodes, o el posadero que no da cobijo a la pareja sagrada. La asociación cultural Conde Galindo coordina durante algunos meses antes el trabajo de los vecinos del pueblo con el montaje, echando mano también de amigos y conocidos como figurantes del Belén viviente.

Pero los espectadores pueden, además, disfrutar de los puestos del mercado, probando las sopas de ajo o las castañas asadas o descubriendo cada uno de los pequeños detalles que cada año se renuevan, gracias a la participación de 200 personas, en un pueblo que tiene menos de un centenar de vecinos censados. “Sin ayuda de la gente de la comarca y familiares del pueblo, no podríamos, porque prácticamente en Torregalindo no creo que lleguemos a 80 personas viviendo todo el año”, comenta Leonor de Diego, la presidenta de este colectivo, que asegura que la última semana de preparativos “es una auténtica locura para que esté todo perfectamente para cuando venga la gente”.

La recomendación es acudir antes de la recreación de las escenas, que empezarán a las siete de la tarde, y no sólo para aparcar con mayor comodidad en un día en el que el pueblo recibe a miles de personas, sino para poder disfrutar de la ambientación de todo el pueblo.