La explicación del estancamiento del metro de Granada

Granada

Los trabajadores del metro explican por qué los trenes no llegan cada 8 minutos a las paradas como prometió la Consejería de Fomento para el primer medio año de funcionamiento.

La falta de actualización de los sistemas informáticos, la falta de inversiones en el mantenimiento de los trenes, la tardanza en la reparación de las unidades dañadas y los desajustes que aún existen en los semáforos impiden al sistema alcanzar la mencionada velocidad comercial.

Según los trabajadores del metro consultados por esta Redacción, a día de hoy y sin cambios y mejoras sustanciales en el sistema la velocidad comercial tope es la actual, con trenes cada 9 minutos en el mejor de los casos.

Las mismas fuentes explican que aún está pendiente un mejor ajuste semafórico en los numerosos cruces del metro, lo que dificulta mejorar el tráfico de los trenes. Además, existen problemas en los talleres para reparar las unidades dañadas. Aseguran que uno de los trenes lleva en talleres más de un año medio desguazado.

Para colmo, las empresas responsables de los sistemas de información no ponen al día sus equipos y esa información al usuario falla más de lo que podría ser normal.

El objetivo de que los trenes pasen por las paradas cada 8 minutos parece lejano. El consejero de Fomento anunció en la inauguración que esa frecuencia se alcanzaría seis meses después. Cuando llegó esa fecha se puso un nuevo horizonte de un año y ahora nadie se atreve a dar una cifra.

Además, en los últimos dos meses se han producido numerosas incidencias matinales en hora punta con trenes que tardan en llegar hasta 17 minutos. A eso se une que aún es imposible pagar con tarjeta de crédito en las máquinas expendedoras de las paradas; y que no se han puesto a la venta los anunciados bonos.

Aún así el sistema es un éxito y cada día va más lleno. La media de uso supera de lunes a viernes los 31.000 pasajeros que era la cifra estimada como objetivo para el primer año de funcionamiento.