El Ayuntamiento entiende que ceder el legado de Blasco Ibáñez sería prevaricar
Los servicios jurídicos municipales se muestran convencidos de que parte de los fondos del escritor pertenecen a la ciudad tras la amenaza de la fundación que lleva su nombre de reclamar ante los tribunales lo que consideran como propio
Valencia
El legado de Vicente Blasco Ibáñez pertenece a la ciudad de Valencia y el Ayuntamiento, aunque quisiera, no podría cederlo a nadie porque no puede ponerse en riesgo y, además, incurriría en un delito de prevaricación. Es la respuesta municipal ante la amenaza de la Fundación Blasco Ibáñez de reclamar ante los tribunales al consistorio la devolución de los fondos del escritor, que consideran como propios, para llevárselos a Madrid.
Fuentes municipales aseguran que antes del verano ya había una propuesta para renovar el convenio con la entidad que se había estado prorrogando y que terminó el 31 de diciembre, esta vez, con mejores condiciones económicas. El único obstáculo planteado para alcanzar el acuerdo es que la Fundación quiere que ese texto especifique que parte de los fondos del escritor valenciano, que se encuentran actualmente en la Casa-Museo de la Malvarrosa, son de su propiedad. Pero el Ayuntamiento alega que esa titularidad es suya, tal y como lo demuestran informes técnicos, y así lo han reiterado los servicios jurídicos municipales y el abogado de la ciudad. Tanto es así, que este último rechazó la propuesta de la concejala Gloria Tello de acudir a un órgano de mediación fuera de los tribunales porque consideran que esta cuestión ya está resuelta jurídicamente con contundencia.
Desde el Ayuntamiento aseguran que quieren llegar a un acuerdo con urgencia y esperan que así sea. Pero en la Fundación Blasco Ibáñez no lo ven tan claro. Explican a la SER que no hay duda de que una parte de los fondos son propiedad suya y se los llevarán de Valencia si así lo decide este 9 de enero la reunión convocada del patronato de la fundación. El problema viene con la otra parte, la que la nieta del escritor, Gloria Llorca Blasco-Ibáñez, cedió al ayuntamiento en 1997.
Según fuentes de la entidad, Llorca se reservó el derecho de reclamar los documentos, cartas, libros y fotografías de su abuelo a los dos años y así lo hizo, pero, dicen, el Ayuntamiento no quiere reconocerlo. Se muestran agotados tras 18 años de tira y afloja con el Gobierno municipal y por eso irán a los tribunales, para que sean ellos quienes pongan una solución definitiva al conflicto. Aunque advierten de que con ello Valencia podría correr el riesgo de perder para siempre el legado de su autor más internacional.