Curvas de enero
Santa Cruz de Tenerife
El arranque de 2019 está siendo movidito. Tampoco es extraño, en vista de cómo cerramos 2018. Raro es el país del mundo que no tiene liado su propio show... La administración cerrada más larga de la historia en EEUU, la "venta" de la Amazonia en Brasil, Italia y su grotesca cruzada contra la inmigración...
Y dentro de cada uno, las regiones con sus propias miserias... España tiene variedad. El fascismo desfilando en Andalucía; el indelendentismo en Cataluña; escándalos de todo pelaje en Madrid... Y el hedor de las cloacas de Villarejo ambientándolo todo...
En tan halagüeño escenario, Canarias abre una semana q ha de esclarecer 2 preguntas fundamentales para nosotros. Por un lado, qué pasa finalmente con el Brexit, un asunto pésimamente gestionado que ha llevado a la mayor crisis en décadas de nuestro principal mercado emisor de turistas.
Y por otro, si el Gobierno estatal deja o no en papel mojado los mandatos del recién aprobado Estatuto canario. En vista de la actitud de Pedro Sánchez, la cosa bien no pinta.
Como mínimo, porque si no fuese a haber conflicto, es de suponer que no pondría a su partido en las Islas en semejante brete con sus sucesivos tranques... El pobre PSOE canario va de sobresalto en sobresalto...
Cierto que la política haya cambiado mucho. Y por desgracia se han reducido aún más las expectativas de los ciudadanos en sus representantes. Pero las rabietas de niño de párvulos siguen sin estar bien vistas.
