Los cazadores contradicen al Ayuntamiento de Béjar: sí hay otros métodos para controlar a los ciervos

Salamanca

La polémica continúa en Béjar tras las imágenes virales en redes sociales en las que se ve como varias rehalas atacan y matan a decenas de ciervos en el Bien de Interés Cultural El Bosque de la ciudad bejarana.

Tras las declaraciones en la Cadena SER del concejal de Obras del Ayuntamiento, Alejandro Romero, las reacciones se siguen sucediendo. En este caso han sido los cazadores los que han puesto encima de la mesa su disconformidad con el proceder del Ayuntamiento: ponen en duda que la cacería haya sido legal, y explican otras maneras de proceder que sí se podrían haber llevado a cabo, al contrario de lo que mantiene el Consistorio, que asegura que la montería era la única manera de proceder.

Consultados por la SER, algunos cazadores apuntan a la modalidad de practicar los recechos o aguardos para llevar a cabo la eliminación de los animales con malformaciones o enfermedades. Esta actividad cinegética consiste en esperar a que los animales se acerquen, por ejemplo, a comer. El cazador aguarda con su mira o prismático desde un lugar, a cierta distancia, y comprueba a lo lejos si el animal se encuentra enfermo o presenta alguna malformación; en ese momento, es abatido.

Asimismo, la Federación Provincial de caza de Salamanca apunta lo siguiente: 'la autorización del Servicio de Medio Ambiente para el control poblacional era en la modalidad de aguardo o espera y para ello se disponía de un mes para abatir los ejemplares. Con lo cuál, si es verdad que se ha realizado una montería, esta aparenta haber sido ilegal', según explican en un comunicado.

Según ha podido saber la Cadena SER, en el lugar había unos 50 ciervos, muchos de los cuales, presentaban complicaciones en cuanto a salud. Tras la cacería, solo quedan vivos en torno a una decena.