Julen, ojalá

Cadena Ser

Málaga
El maestro Manuel Alcántara, que estos días ha cumplido 91, se preguntaba, al modo de Rilke, ¿Quién sabe qué es un niño? Nadie sabe qué hay en el alma de un niño, pero sabemos que es la máxima expresión de la vida.
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El aguijón de Teodoro León Gross
Mi querido Manuel Alcántara, en víspera de los 91, me decía, no sin melancolía, que éste sería su último invierno, y me confesaba haber llegado a ese punto en que cada noche, al acostarse, disfrutaba secretamente pensando “¡Qué bien si mañana ya no despierto!”. Nadie le negará el derecho al cansancio de la vida. A Julen, en cambio, le faltan 32.000 amaneceres hasta cumplir 91. Y ya lleva tres días de retraso sin ver amanecer desde el fondo del pozo.
Esta semana se podría escribir sobre el nuevo Gobierno andaluz con acento malagueño. Quizá sobre la Consejería de Turismo, aquella vieja promesa del PP para Málaga en vías de ser incumplida. Tal vez ni siquiera llegará a existir como tal esa Consejería de Turismo, aunque Moreno Bonilla hable de ser campeones del sector.
O sobre el SAS… Resulta que Andalucía tiene problemas para cubrir plazas de médicos… pero llevamos años oyendo contar historias de dificultades para acceder a la sanidad pública, de restricciones en el MIR, de tasa de reposición en negativo. ¿Cómo se pueden hacer las cosas tan mal para impedir que haya médicos y demandar médicos?
O se podría escribir sobre Bernardo de Gálvez, cuyo centro de interpretación en La Térmica ha sido rechazado por la Junta. Tal vez ahora, con Bendodo allí, él se ocupe de rescatar su propio proyecto. Qué ironía.
Se podría escribir, en fin, de mucho, pero con un niño de 2 años en el fondo de un pozo, solo ahí abajo, a un centenar de metros, latiendo en la oscuridad, no se puede escribir otra cosa. Y aunque seas ateo hay que rezar, rezar lo que sepas, siquiera una oración laica. Hay días en que solo se puede escribir una palabra, si acaso dos: Julen, ojalá.




