Se aprovecha de su uniforme de policía local para amenazar a su antigua vecina por un problema personal

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Murcia
La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por un policía local del ayuntamiento de esta ciudad contra la sentencia de un Juzgado de Instrucción que lo condenó al pago de una multa de 480 euros por haber amenazado a una vecina por un problema personal cuando iba vestido de uniforme y con un compañero.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el Juzgado declaró probado que los hechos ocurrieron el 17 de octubre de 2017, cuando el agente se presentó en el edificio en el que había residido y se encontró en el ascensor un cartel "supuestamente alusivo a su persona como presunto autor de unos daños causados a unos vehículos aparcados en el garaje comunitario".
Con el propósito de amenazar a su antigua vecina, llamó a la puerta de su vivienda "y comenzó a gritarle pidiéndole directamente su DNI y que se identificara ante él, con la advertencia de que, de no hacerlo, se la llevaría arrestada, haciendo ademán de querer sacar sus esposas reglamentarias para engrilletarla".
"Todo ello -añadía la sentencia- provocó en su antigua vecina una sensación de fuerte miedo, dado el comportamiento del denunciante y su posición como policía local, mucho más cuando también intentó meterse en dicho domicilio sin contar con ningún tipo de autorización para ello".
La sentencia, ahora corroborada por la Audiencia Provincial de Murcia, condenó al policía local, como autor de un delito leve de amenazas, al pago de una multa de 480 euros, además de dictarse una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse a menos de 300 metros de la denunciante por tiempo de tres meses.
En su recurso de apelación, el acusado alegó vulneración del derecho a la presunción de inocencia, tras señalar que había acudido al inmueble para dar de baja un servicio de la vivienda que había tenido arrendada en el mismo.
Y fue al subir al ascensor y leer el escrito en el que se le acusaba de haber dañado el coche de la denunciante lo que le movió a dirigirse a su vivienda para pedirle explicaciones, encontrándose "con que ella comenzó a discutir y a provocarle".
Negó que su presencia uniformada tuviera la intención de intimidarla, ya que aprovechó un descanso en su jornada de trabajo para hacer aquella gestión, sin que fuera previsible que se encontrara con el cartel acusatorio en el ascensor.
La Sala de la Audiencia ha desestimado su recurso al declarar que los hechos quedaron suficientemente probados no solo con la declaración de la denunciante, sino, también, con el testimonio de una vecina de esta y, de forma indirecta, con la del agente que acompañaba al denunciado en el momento del incidente.




