'Un pacto de sangre, más azul que roja'
La Junta de Andalucía ya tiene nuevo gobierno y lo preside el partido popular con el peor resultado de su historia y con un candidato en el que no creían ni los suyos
Firma Estanislao Ramírez, "Pacto de sangre, más azul que roja"
01:46
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/048RD010000000088074/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Algeciras
Estimado colega:
La Junta de Andalucía ya tiene nuevo gobierno y lo preside el partido popular con el peor resultado de su historia y con un candidato en el que no creían ni los suyos.
De hecho, durante la campaña, en las filas de los populares se gastaban bromas sobre su súbita muerte política, afirmando que ya le habían comprado una corona de flores.
Por cierto, me cuentan que esa frase se repetía mucho en Algeciras, aunque ahora todo sean parabienes y felicitaciones.
No obstante, lo que son las cosas, ya gobierna aliado con ciudadanos y apoyados por la ultraderecha, de la que niegan ser amigos y compañeros, por más que en el fondo los tres tengan un pasado común y un programa con demasiadas similitudes.
Por eso acabarán la legislatura, porque sus rencillas son puro teatro y, aunque presuman de lo contrario, PP y Ciudadanos irán cumpliendo las exigencias del socio financiado desde Irán, con el que han firmado un pacto de sangre, más azul que roja.
Intentarán salvar sus vergüenzas negando lo evidente, pero se delatan solos cuando ya anuncian que están encantados de la vida y que suscribirán lo mismo en todos los ámbitos en que puedan hacerlo.
Mientras, irán aceptando gustosamente todas y cada una de las condiciones de la rancia caverna y reducirán libertades y derechos y derogarán leyes igualitarias y recortarán gastos sociales.
Pero, en su afán por dejar claro de quién dependen y quién manda, los jinetes de la reconquista les van a seguir humillando con exigencias cada vez más retrógadas. Quieren dejarles en evidencia y de paso recuperar su añorado pasado.
Sospecho que no pararán hasta volver a entrar en los templos con manto de armiño y bajo palio.