La Coordinadora Nacional en Defensa del Ferrocarril anima a los sorianos a salir a la calle por un tren digno

Soria

A las 10 y 42 minutos de la mañana, hoy puntual, llegaba el autobús de le empresa Plaza procedente de Almazán a la estación de tren de El Cañuelo de la capital. Y es que desde el pasado lunes y hasta el próximo 5 de febrero, los pasajeros del tren deben hacer el recorrido Soria-Almazán por carretera debido a las obras en las vías para reducir limitaciones de velocidad.

Victoria Rojo, es del municipio soriano de San Felices, periódicamente va a ver a su hija a Alcalá de Henares. Hoy venía de allí, dice que “el trasbordo es un trastorno pero si es para bien, las obras no molestan”. Añade que “el viaje es cómodo, aunque muy largo, y aún más cuando se producen retrasos que cada vez es más a menudo”.

En torno a doce personas se han bajado del autobús en Soria hoy, todos coincidían en que Victoria tiene razón al asegurar “que si no se mejora el tren en la provincia es porque no hay voluntad política”.

El portavoz de la Coordinadora Nacional en Defensa del Ferrocarril Público, Social y Sostenible, José Luis Ordóñez, dice “que la solución de ninguna manera pasa por cerrar la línea sino por que los sorianos reivindiquen con fuerza mejoras como lo hacen en otros territorios, porque el que no llora no mama”.

Ordóñez considera que la solución para el tren de Soria “debe ser la reapertura de la Soria-Castejón para el transporte por mercancías como una forma de desarrollo industrial en vez de conservar Soria como una estación término”. Según la coordinadora nacional, las máquinas que ahora mismo circulan por la Soria Torralba son las más antiguas de toda España y también somos la provincia que mayores tiempos registra por viaje.

Finalmente José Luis Ordóñez explica “que mientras Europa plantea una red básica ferroviaria para 2030, el Gobierno de España se equivoca invirtiendo en la alta velocidad y dejando envejecer el tren regional y de cercanías”. Se presupuesta poco, y se ejecuta menos, por lo que, según Ordóñez, la reivindicación ciudadana es la única solución.