Cuatro detenidos por secuestrar a un hombre en un hotel de Alicante y pedir un rescate a su familia
El hombre fue retenido a punta de pistola y obligado a llamar a sus familiares para reunir el dinero que, presuntamente, debía a sus captores
Cuatro detenidos por secuestrar a un hombre en un hotel de Alicante y pedir un rescate a su familia
Alicante
La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas por secuestrar a un hombre en la habitación de un hotel de Alicante y pedir un rescate a sus familiares.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de diciembre. Los presuntos autores amenazaron a la víctima a punta de pistola con hacer daño a sus familiares si no conseguía el dinero para el rescate, entre 5.000 y 10.000 euros.
La víctima llamó a su hermano, residente en Toledo, para pedirle insistentemente grandes cantidades de dinero sin aportar ninguna otra explicación. Tras cortar la comunicación, no respondió a ninguna de las llamadas devueltas.
Después de media hora sin contacto, la víctima volvió a llamar a su hermano para reiterarle la entrega del dinero y, unos minutos más tarde, un amigo de la víctima volvió a llamar a la misma persona para informarle de que varias personas tenían secuestrado a su hermano en la habitación de un hotel de Alicante.
Tras realizar comprobar la veracidad de los hechos, los agentes se desplazaron hasta el hotel donde presuntamente se estaba produciendo el secuestro. Allí comprobaron que la víctima había abandonado el lugar unos minutos antes acompañada por otra persona.
Finalmente, el hombre fue liberado en el interior de un establecimiento comercial de San Juan, donde seguía retenido por un individuo que fue detenido en ese momento. Otras tres personas fueron posteriormente arrestadas por su presunta vinculación con el rapto. Todos han ingresado en prisión.
Una vez liberada, la víctima manifestó a los agentes que el suceso tenía su origen en una deuda contraída con sus captores. Relató que cuatro personas lo habían retenido contra su voluntad en una habitación de un hotel y que le sentaron en una silla a punta de pistola, mientras le obligaban a llamar a las personas que fueran necesarias con tal de que recopilase el dinero que presuntamente les debía y le amenazaban con hacer daño a sus familiares si no lo conseguía.
