Condenan la violencia de género con un minuto de silencio por las 7 mujeres asesinadas en enero
A la puerta del consistorio
Talavera de la Reina
La Corporación Municipal ha guardado un minuto de silencio por las siete víctimas de la violencia de género que han sido asesinadas a lo largo del mes de enero.
Antes del minuto de silencio se ha leído un manifiesto por Eva María Ludeña, coordinadora de la Casa de Acogida de Mujeres Maltratadas, en el que se ha explicado que si en los casos de divorcio o separaciones conflictivas los menores se ven afectados de forma negativa, en los casos donde existe violencia de género estos efectos negativos se multiplican. Precisamente por eso, en estos casos, hay que ser especialmente cuidadosos y hay que dedicar recursos y profesionales especializados para evitar que sigan sufriendo los efectos negativos de la violencia que su padre ejerce hacia su madre y que pueden generarles secuelas que arrastrarán hasta su vida adulta.
Durante la lectura del manifiesto se ha hecho hincapié en que estos niños son utilizados como un medio más para dañar a una madre a la que se le ha cargado la responsabilidad de protegerlos, pero que, como consecuencia de los efectos nocivos que deja el maltrato, muchas veces no puede ejercer esa tarea, por lo que necesita ayuda.
Desde 2015, por fin, los menores se han reconocido como víctimas directas de este maltrato y, como tales, requieren asistencia y protección integral, así como derecho a ser protegidos, a estar informados y a ser escuchados.
Para protegerles, ha continuado el manifiesto, tenemos que entender que su derecho a tener una vida normalizada y libre de violencia y a una infancia feliz está por encima del derecho de su padre.
Para finalizar la lectura, el manifiesto ha recalcado que no se trata de una guerra entre hombres o mujeres, sino que se trata de que un padre que agrede a su madre, que les humilla, que les atemoriza y les utiliza, no puede ser un buen padre. Porque, según el manifiesto, un buen padre cuida, protege, comparte responsabilidades, educa en la no violencia, empatiza con los sentimientos de sus hijos e hijas y prioriza el bienestar de ellos sobre el propio