Acción de gracias
La opinión de Juan Miguel Alonso (4/2/2019)
01:35
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León
Iba un servidor a hacer la foto semanal de miserias y trampantojos cuando se cuela por la pantalla la imagen desgarbada de nuestro paisano Jesús Vidal en la ceremonia de los Goya. Y cuando uno espera el discurso vacío, los clichés al uso, este rompetechos legionario abre la boca y el aire se detiene como una caricia congelada durante cinco minutos gloriosos.
Pide inclusión, diversidad y visibilidad. Da las gracias a sus compañeros, a sus padres, a su hermana, a los que le ayudaron en sus inicios, y la pantalla se rompe en mil pedazos porque no soporta tal dosis de verdad. No está acostumbrada.
Los sentimientos se agolpan como mordiscos de lobo en la barriga con cada palabra, con esa mezcla de sensibilidad, de inteligencia emocional que nos deja en pelotas a todos. Mientras lo escucho no dejo de acordarme de todos los distintos como él a los que aparcamos en escuelas sin medios, de los padres protectores que rechazan mezclar a sus herederos con otros Jesús Vidal. Apenas imagino el Everest cotidiano de sus padres, la entrega y el tesón de cada uno de estos héroes para crecer, para encontrar su hueco en un sociedad que sólo admite la dictadura de los iguales.
Dignidad. Gratitud. Compañerismo. Respeto. Pasión. Amor a lo que nos rodea, a los que nos rodean en el viaje. Nada más. Solo eso. Una gramática básica para vivir, para convivir.
Y no puedo evitar pensar en la hermosa paradoja de que haya sido un discapacitado el que nos dé esta lección, mientras lo escucho con un nudo en la garganta y los ojos arrasados de lágrimas felices.