Reducir la basura para crecer más
La ley vuelve a situar a Balears en la vanguardia del compromiso ecológico. Recuerden, primer diputado verde, primera consellera verde y así sucesivamente

"La línea roja" de Matías Vallés (04/02/19)
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Palma
El Dalai Lama recuerda que apaga las luces religiosamente cada vez que abandona la habitación de un hotel, porque es un gesto individual mínimo que se hará significativo si se multiplica.
Algunos verán este comportamiento como un ejemplo a seguir.
Los más escépticos se centrarán en lo poco que cuesta sentirse bien, sin que nuestras medidas de ahorro tengan relevancia alguna a escala planetaria.
El Parlament aprobó la Ley de Residuos la dsemana pasada.
Sería un texto imposible con la derecha en el Govern, un punto a considerar por los siempre volátiles votantes de izquierda.
La ley vuelve a situar a Balears en la vanguardia del compromiso ecológico. Recuerden, primer diputado verde, primera consellera verde y así sucesivamente.
A partir de aquí empiezan los matices.
Se pretende que cada uno de nosotros produzca un veinte por ciento menos de basuras, porcentaje asumible visto nuestro despilfarro actual.
Ahora bien, si reducimos nuestros cinco kilos de desperdicios a cuatro, y a la vez aumentamos el número de residentes y visitantes, nada ha cambiado.
El aumento en el número de pasajeros previsto este verano en Son Sant Joan anula el efecto de la Ley de Residuos en toda Mallorca
Reducir la basura para crecer más sigue siendo una ecuación insostenible.
Las leyes son el colmo de la realidad, pero la Ley de Residuos es solo una esperanza.




